Sectores del Gobierno plantean retrasar las medidas sobre pensiones hasta después de las elecciones legislativas

Sectores del Gobierno y del PSOE han planteado la conveniencia de retirar hasta después de las próximas elecciones legislativas la reforma de las pensiones de la Seguridad Social, dada la imposibilidad de acuerdo con UGT y la impopularidad de la medida. Otros sectores, sin embargo, defienden que se lleve a cabo la reforma, y que se busque a toda costa un acuerdo con la central socialista, ofreciendo a cambio modificar en el Parlamento los aspectos más contestados de la ley de Sanidad.

La reforma del sistema de pensiones de la Seguridad Social está provocando un fuerte debate interno en áreas socialistas y del propio Gobierno. La disyuntiva, tal como ahora se plantea, en círculos gubernamentales, es aprobar sin ningún cambio las medidas urgentes propuestas por el Ministerio de Trabajo, o retirar definitivamente el proyecto de reforma. En opinión del Gobierno, no cabe la posibilidad de rebajar el proyecto presentado por el Ministerio de Trabajo, ni siquiera para contentar a UGT, por lo que algunos sectores defienden la idea de retrasar las medidas hasta después de las elecciones legislativas.El propio presidente del Gobierno, Felipe González, retiró las medidas sobre pensiones del orden del día del Consejo de Ministros de ayer, frente a las tesis defendidas por una parte del Gabinete de quitarse de encima cuanto antes el "mal trago" de la reforma, aprobando el texto y recurriendo a la vía del decreto ley. En la decisión de Felipe González podría haber influido, según fuentes socialistas consultadas, la defensa que sectores del PSOE están haciendo de intentar un acuerdo con UGT.

Por encima de otras consideraciones sociales, el tema de la reforma ha pasado ya, según expresión de las citadas fuentes, a ser una decisión política, y es el partido quien está en estos momentos llevando la responsabilidad de las gestiones con el sindicato socialista. Sin embargo, la UGT no ha demostrado interés alguno por aceptar el llamamiento del PSOE. Medios del sindicato subrayaron, sin embargo, que "todavía no conocemos ni lo que se habló en la ejecutiva del PSOE, y a nosotros no se nos ha hecho oferta alguna".

Contrapartidas al sindicato

Los sectores más favorables a buscar un acuerdo tienen previsto ofrecer a UGT la posibilidad de modificar en trámite parlamentario la Ley de Sanidad, en línea con los deseos de UGT, como contrapartida para que el sindicato socialista acepte la nuevas medidas sobre pensiones, o al menos no ponga excesivas trabas a su aplicación. No obstante, tanto el PSOE como el Gobierno entienden que el proyecto de Trabajo sobre pensiones no puede modificarse, y, sobre todo, no puede retrasarse. Para el Gobierno, "éste es el último tren para realizar un ajuste suave. Si nosotros no lo hacemos, los que vengan detrás tendrán que adoptar medidas mucho más duras".

Frente a esta postura, otros sectores socialistas plantean la retirada del proyecto hasta la próxima legislatura. En opinión de estos sectores, el ahorro que se producirá con la aplicación de las nuevas medidas -se estima en 280.000 millones hasta 1988-, no merece el desgaste que va a sufrir el Gobierno, justamente al final de su legislatura.

En la defensa de estas tesis, está pesando la consideración de que el Gobierno ha abierto excesivos y diversos frentes. No se trata ya de la posible oposición a nivel político, sino que una medida como la que se debate enfrentará a la familia socialista entre sí y a ésta con las capas populares.