Un cambio social contestado

Las medidas socio-laborales que el Gobierno ha puesto en práctica desde su llegada al poder han provocado, en la mayoría de los casos, duros enfrentamientos con los sindicatos. La flexibilización del mercado de trabajo constituyó desde el primer momento el eje sobre el que hizo girar la política de lucha contra el paro.Las mayores críticas partieron de CCOO, mientras que UGT fue asumiendo lentamente las tesis gubernamentales sobre la contratación temporal. Fue una situación muy semejante a la que se produjo con motivo del frustrado intento de concertación para 1984. En aquella ocasión el Gobierno aconsejaba en su programa económico a medio plazo una fuerte moderación salarial, que impidió finalmente la firma del acuerdo. La mayor oposición fue, también en este caso, de CC OO.

La negociación del Acuerdo Económico y Social tampoco estuvo exenta de tensiones. La posibilidad de reforma del mercado de trabajo para dar mayores facilidades de despido provocó la práctica ruptura de las conversaciones entre el Gobierno, UGT y la CEOE.

Tanto CC OO como UGT coinciden, sin embargo, en el rechazo a los proyectos de reforma de la Seguridad Social, y, más concretamente, a la rebaja de pensiones.

La coincidencia entre los dos sindicatos ha llevado al secretario general de CC OO a pedir formalmente a Nicolás Redondo, una reunión de la ejecutiva de ambas centrales a la mayor brevedad posible, para intentar buscar el máximo grado de unidad de acción contra la reforma.

Los partidos, en contra

Por su parte, las declaraciones efectuadas por el líder de la UGT, advirtiendo que llegaría hasta la movilización en su oposición al intento de rebajar las pensiones, han motivado un serio debate entre los distintos sectores de la familia socialista. Muy probablemente, ésta ha sido una de las razones de que el Consejo de Ministros de ayer no aprobara las medidas.La reforma de la Seguridad Social está sirviendo a la oposición parlamentaria para abundar en sus criticas a la política del Gobierno. El PCE ha mostrado su total rechazo a cualquier intento de rebajar las actuales prestaciones. Y ayer Alianza Popular salió en defensa de "los colectivos más débiles de nuestra sociedad". En un comunicado de este partido, se subraya que "la Seguridad Social es un patrimonio consolidado por el esfuerzo de sucesivas generaciones de españoles que, lejos de reducirse, debe extenderse a todos los ciudadanos, de acuerdo con nuestra Constitución".

AP entiende que realizar la reforma mediante decreto ley "representa un claro intento de evitar un debate democrático".