Tancredo Neves sufre continuas crisis cardiacas y se le mantiene la vida artificialmente
El presidente electo de Brasil, Tancredo Neves, se mantiene vivo desde la noche del jueves gracias a los aparatos que cumplen las funciones respiratorias y renales. Constantemente, en las últimas 40 horas, el presidente sufre crisis cardiacas y pulmonares. Los 35 médicos que le asisten admiten que su estado implica "altísimos riesgos" de muerte. Antes de ser intervenido por séptima vez en 29 días, en la noche del jueves, Tancredo Neves tenía, según los doctores, un 20% de posibilidades de sobrevivir. Después de la intervención, los médicos no repitieron este tipo de pronósticos.
En el final de la tarde del viernes se admitió que Tancredo Neves entraba en un aparente coma irreversible, pero rápidamente los partes médicos cambiaron esa valoración por la de "cuadro crítico". En la intervención de la noche del jueves, los médicos localizaron y extirparon tres nuevos abscesos del cuerpo de Tancredo Neves. Encontraron también áreas donde había necrosis en la pared abdominal del presidente electo. Esas áreas fueron reemplazadas por una tela sintética.
Los médicos rehúsan admitir que Tancredo Neves sufra un proceso de septicemia -infección generalizada en el organismo-, pero reconocen que el paciente fue sometido a por lo menos tres procesos de hemodiálisis (filtraje completo de la sangre) en las últimas 40 horas.
Desde hace cuatro días, la capacidad pulmonar de Tancredo Neves está muy reducida. La inflamación pulmonar que le aqueja no fue controlada, y sufre un edema intersticial.
El país siente cada minuto más lejana la posibilidad de recuperación de Neves. La televisión brasileña muestra en sus noticieros el gran fervor popular alrededor del hospital de Clínicas de São Paulo, donde se encuentra internado el presidente. Varios sectores critican a las cadenas nacionales de televisión por lo que dicen que es una manipulación del siempre latente misticismo brasileño.
Ayer, a medida que aumentaban los riesgos de un inminente desenlace fatal, el gobernador de São Paulo puso en estado de alerta a la policía, ya que crece el temor de reacciones violentas por la muerte de Neves, que ha pasado a representar para el pueblo brasileño la última esperanza de cambios en el país. Existe, no obstante, en este momento consenso nacional en que el vicepresidente en ejercicio, José Sarney, merece todo el respaldo para ser nombrado presidente efectivo.
