Luis Goytisolo y Jaume Cabré, ganadores del Premio de la Crítica para novela

El Premio de la Crítica literaria española, el único que no tiene dotación económica, y que se concede desde hace 29 años, fue fallado ayer en Madrid por un jurado que decidió que la mejor novela en castellano publicada en 1984 fue Estela de fuego que se aleja, de Luis Goytisolo, y la mejor obra poética, La Roca, de Andrés Sánchez Robayna. El mismo jurado decidió los premios a las mejores obras en las distintas lenguas del Estado: Jaume Cabré, por Fra Junoy o la agonia dels sons, y Passeig d'anniversari, de Joan Vinyoli, obtuvieron los premios a la mejor novela y libro de poemas, respectivamente, en catalán. Alfredo Conde, por Sa va¡ o Cnyon novento, y Miguel Anxo, por Ceibe d'amor e transito, consiguieron iguales galardones en lengua gallega, y Xabier Kintana, por La marquita jerasutamen gerratua, y Patxi Urkizu, por Zeren azken ginean, fueron los galardonados en lengua vasca.

Luis Goytisolo se mostraba ayer satisfecho por el premio otorgado para el que ni siquiera sabía que fuera candidato. La satisfacción de Goytisolo tenía como base lo que considera que es "un cambio de signo en este premio, parece que se va menos al amiguetismo y no sólo por este año al que concurríamos dos personas tan alejadas del compadreo como Juan Marsé y yo, sino también por los últimos años en los que lo ganaron Guelbenzu o Juan Benet, también escasamente sospechosos de amiguetismo. Espero que esto se amplie a otros ámbitos, la Academia por ejemplo. La repesca de Julio Caro Baroja tras su no elección parece un paso hacia adelante. Lo cierto es que, hasta ahora, yo no hubiera considerado un honor ser académico. La elección de Caro Baroja, si se produce, mostrará que las cosas pueden cambiar, y también me gustaría que cambiaran algunos rituales relacionados con este tema como el de tener que escribir carta a los académicos o ir a verlos, que considero anacrónicos y absurdos".Luis Goytisolo, hermano del también novelista Juan y del poeta José Agustín, no había recibido hasta ahora premio alguno. "Tampoco me preocupa en exceso. Lo cierto es que, salvo en los últimos años, casi siempre ha habido por lo menos una obra que era más importante que la que la crítica reconocía como la mejor". Él mismo considera que su novela premiada no es mejor que Antagonía, serie de cuatro obras publicada anteriormente. "Creo y así me lo han manifestado algunos críticos, que está a la altura y eso me parece importante. No creo que el escritor tenga que estar constantemente dando fe de vida y por ello sólo publico en la medida en que creo que tengo algo que decir. Lo contrario resulta bastante patético" Actualmente tiene una novela en proceso de asentamiento: "No empezaré a escribirla hasta que la tenga fijada, de momento voy acarreando materiales. La experiencia me ha enseñado que las variaciones durante el proceso de escritura son fatales para una obra, por eso prefiero fijarla primero".

En el caso de la literatura en lengua castellana, quedaron en segundo lugar las obras Ronda del Guinardó, de Juan Marsé, para el caso de la novela, y Después que me miraste, de Antonio Carvajal, para el apartado de la poesía. Pérez Minik presentó su dimisión como presidente del jurado, cargo para el que fue elegido el pasado año, "porque estoy cansado de todo esto y quisiera vivir tranquilo y a mi aire", pero su aspiración fue rechazada por el resto de sus compañeros. El jurado que presidió Domingo Pérez Minik estaba compuesto por Luis Suñén, como secretario; Jaume Pont, Carlos Casares, Santiago Aizarna, Enrique Sordo, Robert Saladrigas, Ana María Navales, Guillermo Camero, Carlos Galán, Rafael Conte, Dámaso Santos, José Antonio Ugalde, José Luis Cano, Andrés Amorós y Miguel García Posada.

En cuanto a los fallos relativos a las literaturas catalana, gallega y vasca, los jurados estimaron que en el caso catalán se veía premiado, en la obra de Vinyoli, lo mejor de la trayectoria poética del autor de Passeig d'aniversari, y en el caso de Cabre, el trabajo literario de un hombre preocupado por las nuevas formas de la narrativa actual. Con respecto a las obras gallegas, el jurado estimó la presencia de un escritor como Alfredo Conde, cuya obra ya es conocida en el ámbito estatal, y a un poeta como Miguel Anxo, que forma parte de la joven generación de poetas gallegos.