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20 metros cuadrados para el Laboratorio de Antropología Forense

El Laboratorio de Antropología Patológica Forense de la Escuela de Medicina Legal de la universidad Complutense de Madrid es el único en su género que existe en España. En él se reciben, para su informe correspondiente, las pie zas óseas procedentes de todo el país, tanto sobre casos criminales como arqueológicos. Sin embargo, sus recursos humanos y materiales son escasos: consta de una habitación de unos 20 metros cuadrados, en forma de ele, y está dotado con una plantilla de una persona, el director.La noticia del hallazgo de unos restos humanos en el teatro Calderón de Madrid a finales de marzo, remitidos a la Escuela de Medicina Legal para su estudio, han puesto de relieve en los últimos días la cotidiana actuación del Laboratorío de Antropología Patológica Forense. Este laboratorio fue creado hace tres años. Hasta entonces sus funciones estaban enmarcadas dentro del'departamento de Historia de la Medicina de la Escuela de Medicina Legal.

Carencia de medios

El doctor José Manuel Reverte, director del laboratorio, no oculta las dificultades de medíos y personal con que trabaja. Él es la única persona de plantilla en este laboratorio. Por lo general, dos o tres estudiantes de medicina colaboran con él "por amor al estudio".

La penuria de medios es pareja a la de personal. Una habitación de unos 20 metros cuadrados en forma de ele es todo su espacio vital, donde se amontonan cajas y cajas con los restos óseos que han de ser estudiados.

El mobiliario y el instrumental proceden de "material de desecho que hemos recogido por diversos sitios, salvo una reproductora fotográfica, unas tijeras y un serrucho que se han comprado nuevos recientemente", señala el doctor Reverte.

Arqueólogos e historiadores, juzgados y policía acuden a esta sección de la Escuela de Medicina Legal constantemente. Los investigadores de la reciente catástrofe aérea ocurrida en Bilbao han recurrido a este laboratorio para la identificación o determinación del sexo y edad de algunas de las víctimas. Pero también se reciben en él los restos incinerados de un antiguo ibero o -como hace un año- unos esqueletos encontrados en la Casa de Campo de Madrid que resultaron ser los restos de tres hombres de origen eslavo, miembros de las Brigadas Internacionales, muertos en combate durante la guerra civil. A finales del año pasado un simple trozo de maxilar permitió identificar a, un hombre cuyo cadáver irreconocible fue hallado en el barrio madrileño de Fuencarral, víctima de un homicidio por ajuste de cuentas entre delincuentes.

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