El escritor alemán Ernst Jünger cumple 90 años y publica su primera novela policiaca
Ernst Jünger, uno de los más importantes y discutidos escritores alemanes vivos, acusado de intoxicar a la juventud con la exaltación de la guerra y el heroísmo, cumple esta semana 90 años y acaba de publicar la primera novela policiaca de su vida.Encuentro peligroso (Seix Barral prepara su edición en castellano que saldrá al mercado dentro de un mes) trata de un crimen digno del británico Jack el Destripador ocurrido en el París de 1888.
El relato, al decir de los críticos, constituye un retrato cínico y sin contemplaciones de una sociedad hundida en el vicio, en el que se mezclan diplomáticos, aristócratas, gentes de la farándula y de los burdeles elegantes de la época. Escandalizará a mucha gente, lo que no puede sorprender tratándose de un escritor como Jünger, que desde su primer libro, En las tormentas de acero, publicado en 1920 a sus 25 años y en el que narra sus experiencias al frente de unas tropas de asalto, ha provocado siempre fuertes polémicas.
Voluntario en la I Guerra Mundial, en la que resultó herido 14 veces y condecorado con la máxima orden prusiana ("pour le mérite"), Jünger fue acusado entonces de ensalzar la guerra y envenenar la mente de los jóvenes con un peligroso nacionalismo.
En sus primeras obras Jünger presenta la experiencia bélica como forma en la que "el hombre heroico" vive su ser verdadero. Luego, sus libros se abrieron a nuevos temas, pero siempre está presente un concepto elitista de la vida, hasta llegar a la utopía de El estado mundial, (1960).
No es tampoco extraño que, atraídos por su temática y su visión del mundo nacionalista, los jerarcas del Tercer Reich lo cortejaran y le ofrecieran honores como un escaño en el Reichstag (Parlamento) o un puesto en la Academia de Escritores Prusiana, que él rechazó. Jünger prohibió incluso al órgano oficial del partido nacionalsocialista, el Voelkischer Beobachter, reproducir sus obras, y llegó a escribir un libro titulado Sobre los arrecifes de mármol, que es en realidad un velado repudio del régimen de Adolf Hitler.
Durante un ataque aéreo realizado por los británicos sobre París en 1944, se dice que el escritor, capitán del ejército, en lugar de correr a refugiarse al sótano, subió al primer piso del hotel Raphaël a brindar con un vaso de borgoña en la mano.
Acabada la guerra, Jünger se negó a contestar el cuestionario de los aliados para controlar la desnazificación de los vencidos. Ello no impidió que el Gobierno de la República Democrática Alemana honrase al escritor con la Gran Cruz del Mérito Federal o que la ciudad de Francfort le concediese el prestigioso Premio Goethe.
Babelia
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