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Relevo en Moscú

Safisfacción de los dirigentes occidentales por el nuevo estilo que Mijail Gorbachov imprime al Kremlin

Pilar Bonet

El nuevo líder soviético, Mijail Gorbachov, hizo gala ayer de una intensa actividad diplomática recibiendo hasta mediada la tarde a más de una docena de líderes políticos de todo el mundo, que, sumados a sus interlocutores del día anterior, suponen casi una treintena de personalidades de cuatro continentes. Los dirigentes occidentales coinciden en considerar a Mijail Gorbachov como el representante de un nuevo estilo de dirección en el Kremlin, independientemente de cuál vaya a ser el contenido concreto de la política que realice. Todos ellos insisten en que se trata de una personalidad ágil, agradable desde el punto de vista del trato social y capaz de transmitir la idea de seguridad y de dominio de las situaciones.

Entre los dirigentes que se entrevistaron con Gorbachov durante la primera jornada estuvieron, entre otros, el canciller germano occidental Helmut Kohl, el viceprimer ministro chino, Li Pen, y los representantes de Mongolia, Afganistán, Canadá y Angola.Tras 50 minutos de entrevista, el canciller Kohl manifestó que el nuevo líder es un hombre consciente de su poder, sabe lo que hace, puede argumentar sin necesidad de textos preparados de antemano, conoce: las materias y muestra un gran dominio. Para Kohl, Gorbachov "goza de una autoridad natural", lo que recuerda a Yuri Andropov, con quien Kohl se entrevistó durante su visita oficial a Moscú en julio de 1983. La primera ministra británica, Margaret Thatcher, continúa considerándole "encantador",, según manifestó en Moscú, reiterando la afirmación hecha durante la visita de Gorbachov al Reino Unido el pasado diciembre. Mitterrand lo definió como "un hombre tranquilo que parece querer encararse seriamente con los problemas".

Por de pronto, Gorbachov tiene ya un gran número de invitaciones para viajara distintos países, entre ellas una para celebrar una cumbre con el presidente Reagan, otra para ir a Francia y sendas invitaciones para ir a la República Federal de Alemania y a España. Gorbachov podría ir a los países socialistas con ocasión del 40º aniversario de la victoria sobre el nazismo o acudir a Sofía para celebrar la cumbre del Pacto de Varsovia, que no pudo realizarse en enero.

En la gran mayoría de entrevistas mantenidas por Gorbachov se encontró presente el ministro de Asuntos Exteriores, Andrei Gromiko, quien se repartió con el presidente del Gobierno, Nikolai Tijonov, y otros dirigentes la recepción de los huéspedes internacionales no recibidos por Gorbachov. Éste manifestó al representante de Pekín, el viceprimer ministro Li Pen, que la URSS quiere "seriamente mejorar sus relaciones con China". Li Pen, a su vez, expresó su esperanza de que éstas reciban un empuje en diferentes campos, según la agencia Tass.

Ampliar las reformas

Entre las tareas inmediatas en el ámbito de política interior que aguardan al nuevo dirigente se encuentra la preparación del 27º congreso del partido, que aparentemente se celebrará el próximo otoño.

El congreso deberá aprobar el nuevo programa, en cuya redacción ha intervenido Gorbachov, y el plan quinquenal para el período 1986-1990. De este plan se espera la ampliación de las reformas económicas emprendidas en tiempos de Andropov de forma experimental.

Varios puestos de importancia en la dirección soviética están pendientes de relevo, y de ellos dos han sido desempeñados por el actual secretario general. Se trata del puesto de número dos, al que se le atribuye la responsabilidad por las cuestiones de ideología, y del responsable general de cuestiones económicas en el Comité Central.

Durante la retransmisión en directo del entierro de Chernenko, la televisión mostró la troika, compuesta por Nikolai Tijonov, Andrei Groiniko y Mijail Gorbachov. En la alineación junto al féretro, Grigori Romanov aparecía en una posición privilegiada, junto a estas tres figuras. Fuentes diplomáticas expertas creen que el modo de enfocar a Romanov hace pensar que éste podría pasar a ocuparse de los temas de ideología. Ello le supondría, probablemente, el abandono de la industria pesada y la responsabilidad sobre el Ejército, débilmente representado en la actualidad en la cumbre del poder soviético, después de la muerte de Dimitri Ustinov.

Gorbachov puede contar, en principio, con los hombres promovidos en tiempos de Andropov: el actual jefe de Gobierno de la federación rusa, Vitali Vorotnikov (58 años); Viktor Chebrikov (61 años), jefe del Comité de Seguridad del Estado (KGB); Yigor Ligachev (61 años), secretario del Comité Central para cuestiones de mandos, y Nicolai Rishkov (55 años), secretario del Comité Central para la administración económica.

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Sobre la firma

Pilar Bonet
Es periodista y analista. Durante 34 años fue corresponsal de EL PAÍS en la URSS, Rusia y espacio postsoviético.

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