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La tierra tiembla en el Cono Sur

Un enclave sísmico de importancia crucial

Los terremotos como el ocurrido en la madrugada de ayer frente a la costa chilena se produce por causas diversas, en su mayoría relacionadas con los desplazamientos o choques de las denominadas placas litosféricas. Estas placas consisten en casquetes esféricos formados por sustancias rocosas sedimentarias, capas graníticas, silicatos y basaltos. Son las porciones que componen la corteza terrestre y el suelo oceánico, cuyo engarce se asemeja a un gran puzzle

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En esta ocasión, según la científica Marta R. de Quijano, el terremoto ha ocurrido en una zona de capital importancia sísmica. Sobre ella convergen las junturas de dos importantes placas litosféricas: la placa oceánica de Nazca y la placa continental suramericana. En este caso, el seísmo procede de la colisión de ambas placas litosféricas.Si cortáramos la Tierra con un tajo longitudinal, entre la cúspide y el centro mediarían 6.317 kilómetros. De arriba abajo hallaríamos una serie de capas concéntricas: la litosfera, la astenosfera, el manto y el núcleo. La litosfera está compuesta por sólidos de densidades bajas. La litosfera tiene un espesor de hasta 150 kilómetros,

Viene luego la astenosfera, que alcanza 800 kilómetros, y está formada por materiales semifluidos, viscosos y magmáticos. Es en esta capa donde se producen los movimientos convectivos que determinarán los desplazamientos de las placas litosféricas.

Le sigue el llamado manto inferior, entre 1.000 y 2.900 kilómetros, compuesto por minerales de alta densidad. Desde este nivel hasta la profundidad de 5.000 kilómetros se encuentra el llamado núcleo externo, formado por aleaciones de hierro y níquel en estado fluido. En el centro de la Tierra, llamado núcleo interno, existe hierro y níquel en estado sólido.

La corteza oceánica tiene un espesor de unos cinco kilómetros, y está formada por lavas basálticas y sedimentos. Bajo los océanos existen verdaderas cordilleras sumergidas, cuya altitud varía entre los 1.500 y 2.000 metros.

Estas cordilleras se hallan atravesadas. por hendiduras de entre 20 y 50 kilómetros de anchura y varios de profundidad, que determinan grandes fallas. Por estas hendiduras ascienden las sustancias magmáticas y viscosas procedentes de la astenosfera, que, al solidificarse, crean nueva litosfera oceánica, la nueva superficie del océano, a un ritmo de entre cinco y 10 centímetros por año.

Al expandirse el fondo oceánico por esta secreción de magma interno, el suelo del océano ejerce enormes fuerzas de empuje, que adquieren su máxima intensidad en los bordes de las placas litosféricas. Estos bordes configuran el perfil de las grandes zonas volcánicas y sísmicas. En los lugares donde las placas litosféricas oceánicas y continentales, como es el caso del sustrato donde se ha registrado el terremoto chileno, chocan o se separan por los movimientos derivados de las salidas de magma interior, se producen los cataclismos sísmicos.

La colisión de ambas placas litosféricas produce en este caso una subducción, es decir, que una placa se hunde bajo la otra con un ángulo de 45º debido a la mayor densidad de la placa continental. Esto es lo que presumiblemente ha sucedido en el caso de este terremoto de Chile. La placa de Nazca se ha hundido bajo la placa continental suramericana.

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