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La tierra tiembla en el Cono Sur

Continúan apareciendo cadáveres bajo los escombros tras el terremoto que asoló Chile el domingo

Las cifras sobre el número de muertos y de heridos provocado por el gran movimiento sísmico que asoló Chile en la noche del domingo crece a medida que transcurre el tiempo. Nuevos cadáveres, cuyo número sumaba esta madrugada 134, aparecen bajo los escombros que han cubierto las principales ciudades chilenas, Santiago de Chile -unos cuatro millones de habitantes-, Valparaíso, Viña del Mar y el puerto de San Antonio, mientras la magnitud de la catástrofe, la más grave de este tipo sufrida en Chile desde hace 15 años, se amplía por doquier. La información, escasa, la centraliza la Secretaría General del Gobierno.

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Por lo menos 7 personas han desaparecido, 1.903 personas más resultaron heridas en el terremoto y miles han quedado sin hogar, al abatirse sobre el suelo a media tarde del domingo (madrugada en España) millares de edificaciones de las barriadas pobres de las principales urbes chilenas. El seísmo, por sus características uno de los más graves registrados en los últimos años en todo el continente americano, duró dos minutos y medio y se vio precedido por un sordo ronquido proveniente del interior de la tierra, según reconocen algunos testigos.Su epicentro se situó a unos 150 metros de profundidad, bajo el mar, y a unos 40 kilómetros de distancia de la localidad costera de Algarrobo, enclavada a unos 110 kilómetros de distancia al Oeste de Santiago de Chile. Los efectos del temblor de tierra abarcaron por el Norte chileno hasta la ciudad de Copiopó, a unos 800 kilómetros de la capital santiaguina, y Valdivia, a una distancia similar en dirección Sur. Es decir, unos 1.600 kilómetros en total.

Las comunicaciones telefónicas y telegráficas, así como numerosos edificios residenciales, escuelas y recintos históricos de gran valor, se vieron grandemente, afectadas por el seísmo, cuya intensidad en la escala Mercalli alcanzó entre los 8 y los 9. grados de los 12 que componen la escala.

El mayor número de víctimas correspondió a la zona metropolitana de Santiago de Chile, donde ayer se habían contabilizado 83 muertos; le seguía, el área de Valparaíso, y Viña del Mar, con 40 muertos. Las muertes sobrevinieron fundamentalmente por aplastamientos derivados del abatimiento de tabiques sobre el suelo de viviendas o de vías públicas, pero también se produjeron muertes a consecuencia de ataques cardiacos en personas que sufrieron el pánico provocado por el gran temblor -y por las al menos 90 réplicas -temblores de intensidad menor a la del principal- que le siguieron.

Pánico generalizado

La réplica más aterradora se produjo a mediodía de ayer, fue de intensidad notable y duró al menos 30 segundos. Miles de personas, afectadas por el impacto emocional que les había producido el terremoto de la madrugada del domingo, se lanzaron de nuevo a las calles en la creencia de que sobrevenía un nuevo e igualmente mortífero seísmo.Las autoridades chilenas decretaron toque de queda entre las doce de la noche y las cinco de la madrugada, a partir de ayer, para evitar los actos de saqueo y pillaje, detectados por varias patrullas policiales en tiendas y almacenes.

Los 123 pasajeros de un avión de la compañía aérea peruana Aeroperú, que aterrizó en el aeropuerto civil de Santiago al mismo tiempo que la tierra se estremecía, relataron cómo vieron moverse las señales del balizaje del aeródromo, mientras las comunicaciones con la torre de control quedaban cortadas y el aparato tomaba tierra desprovisto de ayuda externa.

Unos colombianos que esperaban un vuelo hacia Lima manifestaron que escaparon de una muerte segura cuando al sentir la primera sacudida del suelo abandonaron una zona del aeropuerto cuyo techo se derrumbó. Pese a los graves daños sufridos por las instalaciones del aeropuerto, los vuelos se mantuvieron.

En la capital peruana, Lima fueron escuchados mensajes radiofónicos procedentes de Chile en los que se pedía plasma sanguíneo, medicamentos y tiendas de campaña para albergar a los damnificados. Centenares de mensaje, de condolencia han sido enviado a las autoridades chilenas. El rey de España y el Papa enviaron telegramas de condolencia al presiente chileno.

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