Ortega prescindirá de 100 asesores cubanos y congelará la compra de nuevas armas
El Gobierno nicaragüense congelará unilateralmente la adquisición de nuevos sistemas de armamento, incluidos los aviones soviéticos Mig, y prescindirá de 100 asesores militares cubanos, 50 de los cuales saldrán del país en mayo. Durante una reunión sostenida el miércoles por la noche en Managua con el cuerpo diplomático, el presidente Daniel Ortega explicó que estas medidas constituyen una contribución para reactivar las negociaciones de paz del Grupo de Contadora, estancadas desde hace dos semanas. La Casa Blanca despreció ayer la oferta, calificándola de propagandística.
La Casa Blanca, a través de uno de sus portavoces, Larry Speakes, rechazó la oferta nicaragüense y dijo que "significa muy poco ante las preocupaciones norteamericanas respecto de la situación en Nicaragua". Según Speakes,"no hay nada detrás de esta denominada propuesta de paz. Ortega ha lanzado lo que parece una suerte de ofensiva de paz para influir al Congreso estadounidense".Mientras la Administración Reagan trata de estrechar aún más el cerco militar en tomo al régimen sandinista (maniobras en Honduras, intensa campaña ante el Congreso para que desbloquee la ayuda financiera a los contras), el Gobierno de Managua pretende de esta forma contrarrestar la amenaza de una guerra. A fin de desbloquear las gestiones de paz del Grupo de Contadora, Ortega anunció que su Gobierno actuará en los próximos días para resolver el contencioso diplomático existente con Costa Rica por la detención del desertor José Manuel Urbina, que se había asilado en la Embajada de ese país. Con este pretexto, los cancilleres de Honduras, El Salvador y Costa Rica boicotearon la reunión convocada para el 14 de febrero en Panamá.
Ortega admitió la posibilidad de liberar a Urbina, rectificando así al comandante Tomás Borge quien declaró cerrado el caso por una sentencia judicial de cinco años de prisión. En medios gubernamentales se asegura que esta misma semana podría salir hacia Panamá, con lo que desaparecería el impedimento para que el Grupo de Contadora pueda reunirse con los plenipotenciarios centroamericanos.
Con todas estas decisiones simultáneas, el Gobierno nicaragüense quiere demostrar que sus deseos de paz son sinceros y que está dispuesto a cumplir con rigor los compromisos del acta de Contadora, en contra de lo que han asegurado sus vecinos.
En su mensaje de siete páginas leído ante el cuerpo diplomático, el presidente Ortega manifestó que la retirada de 100 asesores militares cubanos es "un primer paso hacia el cumplimiento de los objetivos propuestos por el Grupo de Contadora".
El canciller mexicano Bernardo Sepúlveda, de visita oficial en Cuba, gestionó, al parecer, con el presidente Fidel Castro la salida en mayo del primer contingente de 50 instructores cubanos. Éste es uno de los temas esenciales incluidos en el acta de paz de Contadora, que tiene como objetivo prioritario la salida efectiva de todas las fuerzas militares extrarregionales. Sepúlveda reiteró en La Habana que Centroamérica tiene sólo dos opciones: "Contadora o la guerra".
Daniel Ortega manejó igualmente esta convicción al anunciar "una moratoria indefinida en la adquisición de nuevos sistemas de armas, así como de aquellos aviones de interceptación (Mig) requeridos para completar el sistema antiaéreo del país". Esta decisión se justifica "por la gravedad de la situación regional, que requiere, de los Gobiernos involucrados una actitud responsable, madura y flexible, que favorezca la distensión".
El dirigente sandinista expresó su confianza en que los Gobiernos centroamericanos firmen el acta de paz tras estas iniciativas y la Administración norteamericana reanude las conversaciones bilaterales de Manzanillo.
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