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Reportaje:

La izquierda chilena apuesta por la rebelión armada contra Pinochet

Antonio Caño

La izquierda chilena, de la que un alto funcionario de Estados Unidos ha dicho recientemente que sólo busca "venganza por Salvador Allende (el ex presidente derrocado y muerto en 1973) y sangre por Letelier (ministro de Asuntos Exteriores del Gobierno de la Unidad Popular, asesinado en Washington en 1976)", desafía al resto de la oposición y al Gobierno con un programa de rebelión armada hasta acabar con la dictadura.

Hay sectores de izquierda moderada en la Alianza Democrática, incluso en el seno del Partido Demócrata Cristiano, pero la izquierda tradicional está agrupada en el Movimiento Democrático Popular (MDP). La columna vertebral de esa coalición es el Partido Comunista Chileno (PCCh), que en las únicas elecciones libres celebradas en más de 11 años en este país, las de la Universidad Nacional, obtuvo el año pasado el 17% de los votos.En torno al Partido Comunista se encuentra en el MDP el Partido Socialista de Clodomiro Almeyda (marxista-leninista), el extremista Movimiento de Izquierda Revolucionaria (cuya dirección está radicada en Cuba), otros dos partidos socialistas minúsculos y el MAPU-Obrero y Campesino, de mínima influencia.

El Partido Comunista ha roto con la tradición de moderación de la que hizo gala durante el período de Allende, para pasar a defender la lucha armada. La aparición hace menos de dos años del Frente Patriótico Manuel Rodríguez (nombre de un antiguo espía contra los colonizadores españoles), que se ha responsabilizado del asesinato de varios carabineros y atentados con explosivos, se atribuyó directamente a una decisión del comité central del PCCh. José Sanfuentes, de 33 años, comunista, secretario general del MDP, rechaza esta acusación. "El Partido Comunista ha dicho que el Frente patriótico Manuel Rodríguez no es su brazo armado, pero le manifiesta profunda simpatía porque son jóvenes que dan su vida por una causa histórica y legítima que es echar a la tiranía. Naturalmente que hay militantes del PCCh que participan en el Frente Patriótico, pero no es un órgano del PCCh".

División opositora

La decisión de los comunistas, que junto con la Democracia Cristiana constituyen el único partido sólido, organizado e implantado, capaz de participar en la lucha armada contra el régimen, es una de las causas de la desunión de la oposición. La Alianza Democrática (AD, demócratas cristianos, liberales y socialdemócratas) ha advertido que nunca negociará con el MDP mientras recurra a la violencia. José Sanfuentes, por su parte explica que "la acción común se hace sobre la base de las cosas en las que concordamos".El MDP ha sido declarado anticonstitucional y sus dirigentes tienen que actuar en la clandestinidad, por lo que la entrevista con Sanfuentes exige un largo prólogo de citas falsas, esperas y controles. Sanfuentes niega que el cambio experimentado por su partido no sea realista. "Lo realista es luchar por un solo objetivo: echar a Pinochet. Y no se nos puede decir que sólo lo hagamos con los métodos pacíficos, porque emplear sólo fórmulas pacíficas significa tener a Pinochet hasta 1989 o hasta el año 2000. Frente a esta dictadura fascista es legítimo rebelarse y a utilizar toda forma de lucha".

Sanfuentes representa al sector del PCCh con el poder en el comité central. Apoyados por el secretario general, Luis Corvalán, que reside en Moscú, la generación joven ha impuesto su táctica radical, que no le está dando malos resultados, sobre todo por el fracaso de la política de diálogo de AD. El sentimiento anti Pinochet, no sólo de las clases más humildes, sino también entre la clase media, es tal, que buena parte de la población es capaz de admitir los métodos violentos en la proporción limitada con que se han empleado hasta ahora.

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La crítica fundamental que otros sectores de oposición le hacen al MDP es la de que con su táctica están justificando la represión del régimen, desproporcionada para el nivel de terrorismo existente.

El PCCh no rechaza el diálogo por principio. "Nosotros estamos de acuerdo con negociar con los hombres de armas de este país que estén dispuestos a democratizar el país, esa es la única condición. Si las Fuerzas Armadas desplazan a Pinochet y se muestran dispuestas a convocar unas elecciones, nosotros estamos dispuestos a conversar mañana mismo", afirma el dirigente comunista.

Mientras tanto, el PCCh confía en un crecimiento generalizado de las protestas nacionales. "Pretendemos convertir al país en un gran escenario de lucha popular, empezando por la protesta el próximo 27 de marzo, que debe de colocar al pueblo chileno ante el segundo gran paro nacional, probablemente el próximo 30 de abril", afirma Sanfuentes.

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