El presidente del Gobierno sugiere un endurecimiento de las medidas contra el terrorismo

El presidente del Gobierno, Felipe González, sugirió ayer que habrá un endurecimiento en la represión de la violencia terrorista. Manifestó que los terroristas tendrán "un tratamiento excepcional desde el punto de vista legal", porque, de lo contrario, la violencia será un fenómeno "prácticamente imposible de vencer". González, durante un encuentro de tres horas que mantuvo con un grupo de periodistas en el monasterio de El Paular (Madrid), opinó que la unidad preelectoral del centro y la derecha "favorecerá neta y claramente al PSOE", que, de haber hoy elecciones, obtendría más votos que en 1982, según los sondeos en su poder.

"Yo prefiero la libertad a la seguridad, pero se está produciendo un fenómeno que presenta numerosos riesgos, como es la creciente arrogancia del delincuente ante la sociedad y el Estado", dijo González. El presidente intervino ayer el El Paular en la sesión de clausura de un seminario para periodistas sobre Las libertades públicas, organizado por la Oficina del Portavoz del Gobierno. Pese al notable aumento de sus comparecencias públicas en las últimas semanas, el presidente negó estar en precampaña electoral y aseguró que las encuestas del Centro de Investigaciones Sociológicas conceden entre un 47% y un 48% de la intención de voto al PSOE en la actualidad, mientras persisten los porcentajes de rechazo a la Coalición Popular; tales porcentajes, "en el caso de AP, son aún mayores que los que tiene el PCE". Al seminario asistieron también los ministros de Educación, Justicia y Cultura.El presidente advirtió, a la vista de la "creciente arrogancia de los delincuentes", que "los propósitos del Gobierno en el futuro van en la línea de reforzar la seguridad; no quiero que haya ninguna duda al respecto". Dijo que en España se respetan los derechos individuales "al menos como en cualquier otra democracia europea". Pero en la lucha contra el terrorismo, "frente a la ruptura total de las reglas de juego, si no hay capacidad de un tratamiento excepcional desde el punto de vista legal, ese fenómeno se hace prácticamente imposible de vencer. Ya sé que se dice que, frente al terrorismo, el único sistema posible es el aumento de las libertades; pero ese mensaje no llega a los terroristas, porque no comparten los valores comunes a todos nosotros". A continuación recordó que pronto habrá un derecho internacional para el tratamiento excepcional del fenómeno terrorista.

'Patadita' en los tobillos

González comenzó lo que luego sería una larga conferencia de prensa con la treintena de periodistas que asistieron al seminario con una exposición genérica sobre las libertades en España, en la que criticó a la derecha española, que, en su opinión, imita las tácticas del centro-derecha francés y cae en ocasiones "en una especie de anarquismo de derechas, perdiendo la dimensión utópica de la fraternidad". Existe un segmento de la sociedad que "sólo hacía 500 años que ostentaba el poder y ahora ya no lo tiene y se siente frustrado".

Al inistir en este mismo tema Felipe González consideró un error la táctica que pretende construir una alternativa al socialismo uniendo en un mismo frente preelectoral al centro y a la derecha: "En la medida en la que ofrezcan a los ciudadanos más de una opción de centro-derecha, tendrán más posibilidades de batir al PSOE. Desde luego, si piensan gobernar juntos deberían tener la discreción de callar, de mantenerlo secreto, hasta después de las elecciones, porque la polarización de votos enun intento de unión del centro y la derecha nos favorece neta y claramente a nosotros".

El presidente tuvo duras palabras para el inspirador de la operación reformista, Miquel Roca, cuyo reciente discurso en el Club Siglo XXI, dijo: "Se inscribe "dentro del más puro capitalismo clásico, se quiera llamar ahora como se llame". Volvió a criticarle, indirectamente, cuando dijo que "nunca he visto una reflexión más tonta" que atribuirse los tres millones de votos prestados al PSOE en octubre de 1982.

"Me da la impresión de que la oposición da ya por perdidas las elecciones de 1986, y eso le produce un gran nerviosismo. Ven que el 86 no es aún su oportunidad, que no tienen una perspectiva de cómo se van a articular. Y ese nerviosismo provoca a veces reacciones histéricas". "A veces", continuó, "se tiene la tentación de advertir que no nos den más pataditas en el tobillo, que es adonde llegan, porque yo puedo sentir la tentación de elevar el nivel de esa patada".

Aludió, sin citarla expresamente, a la economía sumergida. Sobre esta cuestión Felipe González afirmó taxativamente: "No son verdad las estadísticas del paro"; "espero que se va a conocer una mejora estadística del desempleo", dijo luego, probablemente pensando en las anunciadas modificaciones en el sistema de elaboración de estos datos. También aseguró el presidente que TVE ha mejorado sus niveles de libertad y sugirió que la televisión permite mayor margen de maniobra a sus profesionales de la información que los medios privados.