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Crítica:TEATRO
Crítica
Género de opinión que describe, elogia o censura, en todo o en parte, una obra cultural o de entretenimiento. Siempre debe escribirla un experto en la materia

Ridículo

Había cierto morbo en torno al estreno de Rebelión en presidencia, obra a la que se suponía una cierta alusión a situaciones reales. Se despejó en seguida. No hay en ninguna democracia del mundo un presidente de Gobierno tan tosco y bruto, casado con una señora tan histérica. La situación histórica más reciente que recuerda es la del tema de los herretes de la reina en Los tres mosqueteros, no ya por el problema del tejido del adulterio en la cumbre y por la presencia de un personaje tortuoso que gobierna en la sombra, sino por un cierto concepto ingenuo y antiguo del poder y la corrupción.La historieta es la de un presidente de Gobierno que, ocupado con secuestros, amenazas militares y problemas agrícolas no se ocupa bastante de su esposa y su sexo, pero tampoco la deja que continúe trabajando -es médico- por razones de seguridad y protocolo. Ella, privada de vías normales de realización, encuentra otro hombre y decide irse con él; pero éste a su vez es corrompido por el dinero que puede dar el Gobierno. Lo cual no la impide marcharse al final, como hizo ya en una histórica escena Nora, de Casa de muñecas, de Ibsen; mientras el presidente está tontamente ocupado con el asesinato del general jefe de la Junta de Estado Mayor.

Rebelión en presidencia

Autor: Germán Álvarez Blanco. Intérpretes: Victoria Vera, Juan Luis Galiardo, Paco Cecilio, María Elena Flores, Ramón Pons. Escenograria: Alfonso Barajas. Vestuario: Paco Casado. Dirección: Emilio Hernández. Teatro Infanta Isabel. Madrid, 20 de febrero.

Germán Álvarez Blanco es nuevo en el teatro. Esto puede haberle obligado a forzarse a una comprensión de la acción, que esquematiza los personajes y las situaciones, y las conduce al ridículo; a centrar el diálogo en frases lapidarias no menos ridículas.

Fórmula de gusto burgués

Y a buscar una fórmula de gusto para un teatro burgués: una idea de la mujer aplastada por el hombre (más allá del poder político: por el poder sexista) y un dejar deslizarse rumores y chismes, que la propia

Homenaje a Cumella.

Del 24 de febrero al 3 de marzo, en la sala de exposiciones de los Jardinillos (Majadahonda, Madrid), se celebrará un homenaje en honor del ceramista Antoni Cumella, organizado por el Patronato Municipal de Cultura de Majadahonda. irrealidad de la situación ni siquiera deja latir. También puede haber una falta de talento ,vertido en esta obra.La interpretación y la dirección se envician en el texto. Los personajes realistas es una situación in verosímil, y reducidos a actos sin matices humanos no se resisten. Victoria Vera apurando la tensiónde la mujer desde que sale a escena hasta que se va, Juan Luis Galiardo hecho un solo bloque y Paco Cecilio embebido en el malo cínico no pueden dar de sí, dar sus oficios de actores.

El director, Emilio Hernández, no funciona: es mejor recordarle en su María Estuardo. Los grandilocuentes y tecnificados escenarios de Alfonso Barajas y el vestuarío de Paco Casado, excelente y de una moderna elegancia para la mujer, pero detestable para los hombres, forman parte de lo inverosímil. El público acogió con risas algunos momentos que tendrían que haber sido dramáticos, pero aplaudió al final, y Álvarez Blanco pronunció unas palabras en las que anunció-su propósito de perseverar en el teatro.

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