La presunta inseguridad de Sondica fue esgrimida para la construcción del aeropuerto de Foronda-Vitoria

Los tres aeropuertos vascos se clasifican así: Foronda (Alava), "aeropuerto-cabecera" y de "de interés general"; Sondica (Bilbao), cuya presunta inseguridad se argumentó para construir el anterior, es "de interés compartido", con la categoría más baja -1- en cuanto a instrumentos de ayuda aérea y recorrido de pistas; finalmente, Hondarribia (Fuenterrabía), "de libre disposición", es juzgado un auténtico punto negro al carecer de sistema de aterrizaje por instrumentos.

El caso de los aeropuertos vascos constituye un ejemplo de ausencia de una planificación racional. La construcción en 1940 del aeropuerto de Sondica hipotecó todos los planes de ordenación del Gran Bilbao. Sus sucesivas ampliaciones y mejoras, no consiguieron eliminar sus limitaciones, debidas sobre todo a las particulares condiciones climatológicas del valle donde está ubicado con abundante aparición de nieblas bajas. Entre 1971 y 1975, por ejemplo, el porcentaje de operaciones fallidas de despegue o aterrizaje en Sondica fue del 13,6%.En 1978 se llevó a cabo un plan de modernización y se instaló un sistema ILS (Instrumental Landing System), que permite operar con niebla o en vuelos nocturnos. No obstante, las pruebas realizadas al inicio de su funcionamiento revelaron deficiencias técnicas, con lo que el porcentaje de fallidos se mantuvo en torno a un 10%. La presunta inseguridad fue el principal argumento esgrimido para la construcción de un segundo aeropuerto internacional en el País Vasco. Tras la polémica entre Sondica y Foronda se escondía un complejo nudo de intereses.

Por una parte, la Cámara de Comercio de Bilbao, exponente del nuevo capitalismo vasco se oponía a la desaparición de Sondica por las posibilidades del valle de Asúa como zona de localización de las actividades del sector terciario inducidas por el desarrollo del aeropuerto. Por otra parte, el sector tradicional del PNV proponía la desaparición de Sondica para liberar un área de gran valor urbanístico. Como recurso proponían un gran aeropuerto regional con capacidad para satisfacer la demanda de todo el País Vasco y cuyo emplazamiento idóneo sería Vitoria.

La Diputación de Álava, con disponibilidades económicas muy superiores, en un tiempo récord construyó en Foronda un aeropuerto de dimensiones internacionales. Finalizadas las obras, la corporación alavesa consiguió convencer a varias compañías aéreas, y en particular a Iberia, para que trasladasen gran parte de los vuelos de Sondica a Foronda inaugurado en 1980.

Sin embargo, las presiones de las fuerzas económicas vizcaínas, apoyadas en el hecho de que el 84,1% del total del tráfico aéreo del País Vasco procediese de las provincias de Vizcaya y Guipúzcoa, hicieron que se continuase la ampliación -en junio de 1982 se inaguró una nueva pista- de Sondica y se rebajase fuertemente el porcentaje de fallidos merced a la mejora del sistema de aterrizaje por instrumentos y otras ayudas técnicas.