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El monumento granadino del Alcázar-Genil, en estado de ruina inminente

Los vecinos de los aledaños del granadino palacio del Alcázar-Genil se muestran estos días bastante preocupados ante el lamentable estado ruinoso que el histórico monumento árabe presenta en la actualidad, agravado tras el temporal de lluvias torrenciales sufrido por la ciudad el pasado lunes, y sugieren la urgente intervención de la Junta de Andalucía para la restauración del edificio antes de que su grado de deterioro llegue a ser irreversible.

Cuando todavía están recientes los ecos de la polémica suscitada en Granada a raíz de la paralización del proyecto urbanístico de Los Alijares de la Alhambra por parte de la Dirección General de Bellas Artes del Gobierno andaluz, los vecinos del palacio nazarita conocido con el nombre de Alcázar-Genil contemplan impotentes cómo se hunde este espléndido monumento nacional del siglo XIII.Construido como residencia veraniega del rey Abú Said y habitado dos siglos más tarde por la madre de Boabdil, la sultana Aixa, después de que el rey Muley Hassén escogiera como favorita a la joven y bella Zoraya, el lamentable estado actual del Alcázar-Genil amenaza con derrumbarse de un momento a otro.

Arquitectónica y artísticamente, el palacio consta de una torre con sala interior ricamente decorada y alcobas en las alas laterales, a las que dan acceso sendos arcos gemelos. Iluminan la sala cinco ventanas arqueadas en lo alto de cada lateral, sobre las que hay una ancha cornisa de mocárabes que sostiene un artesonado de lazo. Según la Guía histórica y artística de la ciudad de Granada, de Gallego y Burín, "aunque la decoración de estas ventanas coincide con la del Generalife, todo lo demás corresponde a los tiempos de Yusuf I, que debió reformarlo", ya en el siglo XIV.

Estanque destruido

En los jardines del palacio existía hasta hace unos años un enorme estanque o naumaquia, de 125 metros de largo por 28 de ancho, donde en tiempos de Muhammad V se celebraban torneos navales y distintos juegos acuáticos. Parte de esta gran alberca fue destruida hace tres décadas cuando se trazó el actual Camino de Ronda, y el resto desapareció junto a otra más pequeña y también arábigo-andaluza, aunque de forma circular, cuando en años sucesivos se han ido construyendo varias urbanizaciones modernas en el lugar antiguamente conocido como Jardín de la Reina, cuya belleza fue en su día cantada por distintos poetas musulmanes granadinos.El caso es que la inmediata restauración del monumento ha sido ya anunciada en varias ocasiones por los diferentes organismos de que ha dependido -la Dirección General del Patrimonio Histórico-Artístico, primero, y la Consejería de Cultura de la Junta de Andalucía, en la actualidad- desde que el palacio fue ofrecido a la Administración por sus antiguos propietarios, en 1978, a cambio del consentimiento para que se levantara un auténtico laberinto de bloques de viviendas a su alrededor.

Los ricos artesonados, columnas y demás piezas artísticas ya desaparecidas -fruto de desaprensivos saqueos- son ya casi irrecuperables, al igual que la naumaquia y los jardines.

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