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El incierto futuro de Ceuta y Melilla

Los estatutos de Ceuta y Melilla omitirán la palabra autonomía

Álex Grijelmo

Los futuros estatutos de Ceuta y de Melilla omitirán en su texto la palabra "autonomía", según fuentes parlamentarias de ambas plazas de soberanía que conocen el anteproyecto preparado por el Gobierno. Administración Territorial ha elaborado varios borradores que coinciden en excluir ese término, si bien tanto este aspecto como otros contenidos en tales anteproyectos son susceptibles aún de profundas modificaciones en los trámites parlamentarios que habrán de seguir. Los textos preparados no conceden a estas dos ciudades capacidad legislativa. Sus estatutos se asemejarán a un régimen de carta con competencias ampliadas.

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La omisión de la palabra "autonomía" está motivada por el significado que se atribuye a esta expresión en el derecho internacional y en las resoluciones de la ONU. El concepto "autonomía" resulta diferente en esos ámbitos respecto del que se deduce de la Constitución española, y se aproxima a una vía de "autodeterminación". Al suprimir esa expresión, el Gobierno pretende evitar malentendidos que puedan conducir a algún dictamen que considere las dos plazas españolas como colonias enclavadas en territorio de otro país.Según fuentes relacionadas con la política territorial, citar expresamente la palabra "autonomía" sería dar bazas a Marruecos para que, uniendo otras circunstancias, adecuara el caso, conforme a sus intereses, a las resoluciones de la ONU, y lo presentara ante el Comité de Descolonización creado por la Asamblea General de las Naciones Unidas en 1961.

Por otro lado, la ausencia de la expresión "autonomía" tendrá su reflejo en unas diferencias sustanciales entre estos dos estatutos y los correspondientes al resto de las comunidades españolas.

De acuerdo con las fuentes consultadas, los estatutos de ambas ciudades quedarán en un camino intermedio entre el Régimen de Carta regulado en la actual ley de bases del Régimen Local y los de más estatutos de autonomía. Las denominaciones de los textos serán "Estatuto de la ciudad de Ceuta" y "Estatuto de la ciudad de Melilla", siempre según los actuales planes de la Administración. La estructura formal de ambas leyes seguirá un esquema muy similar a los vigentes estatutos.

Las personas que han elaborado los borradores manejados hasta ahora en la Administración central defienden que las dos ciudades carezcan de Parlamento. Por tanto, tampoco podrán designar los senadores autonómicos que representan al resto de las comunidades en la Cámara alta. Asimismo, Ceuta y Melilla carecerán de capacidad, de acuerdo con esos planes, para presentar recursos de inconstitucionalidad, al contrario que las otras regiones.

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Las corporaciones resultantes del estatuto tendrán un presidente y un equipo de gobierno. Sus competencias van a quedar muy lejos de las que ejercen las autonomías que siguieron la vía del artículo 151 de la Constitución y un poco más próximas a las tramitadas mediante el artículo 143. Sus puertos serán francos y permanecerán bajo el control del Estado. Ceuta y Melilla no dispondrán en ningún caso de capacidad legislativa, aunque sí reglamentaria. El equipo de gobierno responderá políticamente ante un colectivo cuyo nombreno ha sido establecido con nitidez. Tampoco hay aún una denominación clara para los cargos electos, puesto que se pretende huir tanto de la expresión "concejales" como de "parlamentarios".

"Simple descentralización"

Sí resulta claro que las dos ciudades recibirán como el resto de las autonomías las transferencias del Fondo de Compensación Interterritorial, y les serán de aplicación las ponderaciones y variables empleadas para las demás comunidades. De cualquier forma, estas líneas generales están sometidas aún a discusión en la propia Administración e incluso en el PSOE de Ceuta y Melilla, donde se manifiestan tendencias encontradas.

Así, el alcalde de Ceuta, el socialista Francisco Fraiz, asume el dictamen que el propio Ayuntamiento encargó al catedrático de Sevilla José Luis Rivero Ysern. Su informe orienta los estatutos como "de autonomía", y explica: "La inexistencia en Ceuta de un Parlamento rebajaría la autonomía a una simple descentralización administrativa". Asimismo, propone la existencia de un Tribunal Superior de Justicia de la Comunidad Autónoma", aunque éste sería "un órgano del poder judicial" y por tanto "no afectaría al grado o cualidad autonómica de Ceuta".

Gonzalo Hernández (PSOE), alcalde de Melilla, asegura, según informa Carlos Yárnoz desde aquella ciudad, que los habitantes de esas dos plazas quieren la autonomía: "Queremos la autonomía. El Congreso del PSOE también la quiere. Y vamos a tenerla".

No obstante, el alcalde agrega: "Desde un punto de vista realista tampoco interesa en exceso la autonomía: ¡Qué vamos a legislar en 12,5 kilómetros cuadrados!. "Pero hay que acabar con la fórmula de pedir permiso al Consejo de Ministros para construir nuevas casas, procedimiento que tarda cinco o seis meses".

La polémica sobre Ceuta y Melilla se ha reavivado con las recientes declaraciones en Televisión Española del rey Hassan II de Marruecos. El monarca de la dinastía alauí aseguró que intentará negociar la incorporación de ambas plazas a la soberanía marroquí cuando España recupere Gibraltar.

El pasado martes, durante el debate sobre el Estado de las autonomías en el Senado, el Ministro de Administración Territorial, Tomás de la Quadra, afirmó que el Gobierno se definirá respecto de "los Estatutos para Ceuta y Melilla cuando estime que es el momento oportuno, sin presiones".

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Sobre la firma

Álex Grijelmo
Doctor en Periodismo, y PADE (dirección de empresas) por el IESE. Estuvo vinculado a los equipos directivos de EL PAÍS y Prisa desde 1983 hasta 2022, excepto cuando presidió Efe (2004-2012), etapa en la que creó la Fundéu. Ha publicado una docena de libros sobre lenguaje y comunicación. En 2019 recibió el premio Castilla y León de Humanidades

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