Agricultores y ganaderos temen que España deba importar un millón de toneladas de leche de la CEE

A. M. La importación de leche puede ascender a 1.000 millones de litros anuales, es decir, 12 veces el volumen actual, si la delegación española que negocia la adhesión de España a la CEE asume la propuesta acordada entre la Federación de Industrias Lácteas y tres organizaciones agrarias. Ésta es una, de las conclusiones más significativas a las que ha llegado la Coordinadora de Organizaciones de Agricultores y Ganaderos (COAG), tras tener analizar el alcance de ese acuerdo.

Según la COAG, "la propuesta de los industriales pretende presionar a los negociadores españoles ante la CEE para que consigan, durante el período transitorio, las máximas limitaciones en la entrada a España de productos lácteos acabados, ofreciendo a cambio una gran flexibilidad en cuanto a la liberalización en las importaciones de leche fresca a granel".

Con esta propuesta los industriales españoles, y de forma inexplicable algunas organizaciones agrarias, intentan dar una alternativa a la última posición comunitaria sobre el tema. La CEE acepta una protección superior a la de otros productos agrarios y para ello propone establecer un período transitorio de 10 años en dos etapas. En una primera etapa, de cuatro años de duración, aceptaría la contingentación (limitar las importaciones a una cantidad fija) de las entradas de leche fresca a granel y del conjunto de productos lácteos acabados, con excepción de la leche en polvo y los quesos, que quedarían liberalizados desde el momento de la incorporación. En unas segunda fase, del quinto al décimo año, ambos inclusive, se iría sacando algún producto de los contingentados para dejarlo libre.

Esta propuesta comunitaria no ha sido admitida hasta el momento por la delegación española, que mantiene una actitud más firme y consecuente con los intereses españoles, al exigir la contingentación de todos los productos lácteos sin admitir la libre entrada de leche en polvo ni de quesos. La delegación española propone una contingentación de las importaciones hasta el límite de 50 millones de litros anuales. Esta cifra es dificil de mantener si se tiene en cuenta que las importaciones autorizadas para este invierno hasta el 31 de enero ascienden a 80 millones de litros. Las importaciones de leche fresca en el período comprendido entre enero y noviembre de 1984 ascendieron a 56.200 toneladas, lo que representa un incremento del 157% sobre el mismo período del año anterior, en que ascendieron a 21.856 toneladas. La producción española de leche supera los seis millones de toneladas.

Los industriales españoles, ante las consecuencias que podrían derivarse de las importaciones de queso y leche en polvo, intentan desviar la liberalización hacia la leche fresca.