La patronal textil propone elevar el básico del IVA al 20% para favorecer la exportación

XAVIER VIDAL-FOLCH El Consejo Intertextil Español (CIE), patronal del sector textil, ha presentado al Ministerio de Hacienda una propuesta para que el tipo básico del impuesto sobre el valor añadido (IVA) se aproxime al 20%, en lugar del 11% previsto en el proyecto del Gobierno. Ello responde a la idea de que el IVA sirva para cambiar el sistema de financiación de la Seguridad Social, absorbiendo el nuevo impuesto casi toda la cuota empresarial, como sucede en varios países, singularmente Dinamarca. El estudio indica que un IVA al tipo del 11% supondría una pérdida de competitividad de las empresas españolas del 18,98% respecto de las comunitarias, al aumentar el coste de las exportaciones en un 10,22% y abaratar las importaciones en un 8,76%.

El documento del CIE ha sido contrastado con las representa ciones de otros sectores manu fáctureros, como cuero-piel, papel, metal y bienes de equipo, y está decantando un profundo de bate en el seno de la cúpula patronal CEOE y de la propia Administración. Este papel repie senta una opinión muy diferenciada de las emitidas por otros sectores económicos, que han levantado su voz para pedir un IVA bajo, especialmente en los casos en que sus productos (automóviles o televisores en color) están sometidos, en el proyecto gubernamental, al tipo incrementado del 33%.Aunque muchos sectores empresariales comparten la idea de que la implantación del IVA debe ocasionar una reducción de los costes de la Seguridad Social para las empresas -como se propugnaba en el abandonado proyecto de la UCI)-, bastantes defienden que un tipo del 11 % o el 12% ya es suficiente. Según éstos, con dicho tipo, una eficaz red administrativa y combatiendo las bolsas de fraude, -la capacidad recaudatoria del IVA ha de ser suficiente no sólo para sustituir la recaudación de los impuestos que viene a sustituir (tráfico de empresas, compensación de gravámenes interiores, lujo) sino también para financiar buena parte del presupuesto de la Seguridad Social.

Los empresarios textiles, más comprensivos con los problemas recaudatorios de la Administración -y especialmente con los que se originarán tras la implantación del IVA- califican de .poco realista" la posición de algunos de sus compañeros.

Desventaja del 18,98%

A la crítica de sus colegas según la que Hacienda aprovecharía el tipo más alto exclusivamente con fines recaudatorios, para financiar el déficit, y no para descargar a las empresas de la financiación de la Seguridad Social, los autores de la propuesta indican que eso puede evitarse si en la misma ley se marcan los porcentajes que se dedicarían a cada finalidad. "No hablamos de pagar más o menos, sino de pagar inteligentemente", comentó Miquel Bosser Rovira, uno de los padres de la propuesta de un IVA alto. ¿Cuáles son los argumentos económicos de la propuesta? El documento del CIE parte de la base de que la competencia de los productos españoles en la Comunidad Económica Europea (CEE) depende, no sólo del ritmo del desarme arancelario, sino de las prácticas restrictivas en el interior de cada país, que algunos medios evalúan en el 20% del coste del producto, y en los estímulos indirectos a la exportación. Entre ellos destaca la inclusión en el presupuesto estatal de la financiación de la Seguridad Social, en todo o en parte, a cargo de la imposición indirecta, es decir, del IVA. Los cálculos del CIE indican que en España la financiación de la Seguridad Social por las empresas "se acerca al 100%, si no lo sobrepasa, mientras la media de la CEE se sitúa en el 42,6%", puesto que la aportación del Estado apenas cubre el déficit de los regímenes agrario, especial y de autónomos. Este desequilibrio, a la hora del comercio exterior, quedaba compensado por la desgravación fiscal y el Impuesto de Compensación de Gravámenes Interiores, compensaciones que desaparecerán cuando se produzca la adhesión.

Pero ahora "nuestros productos se presentarán en los mercados exteriores debiendo soportar sobre sus precios, además del coste de la Seguridad Social propia, la de los demás países, al financiarrse ésta, al menos parcialmente, a través de la imposición indirecta". Inversamente, los productos comunitarios entrarán en España con el menor impacto de su contribución a la financiación de la Seguridad Social.

El efecto combinado de estos y otros factores será -como indica el cuadro adjunto- el encarecimiento de las exportaciones en un 10,22% y el abaratamiento de las importaciones en un 8,76%, según el estudio citado. Globalmente, pues, un 18,98% de impacto negativo en la balanza comercial, cifra sensiblemente similar al 15% en que lo ha evaluado la Comisión de las Comunidades.

Ante ésto, indican, sólo cabe una alternativa: o la salida parcial de la devaluación, que el sector reputa desaconsejable, o el cambio en la financiación de la Seguridad Social, a través de un tipo básico del IVA situado en torno al 18% o el 20%.