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El fiscal retiró la acusación contra los presuntos autores de la muerte del padre del teniente coronel Cortina

El fiscal de la Audiencia Provincial de Madrid solicitó que se dejara sin efecto el procesamiento y se pusiera en libertad a Isaías Vázquez Ovalle, Guillermo Isaza y al colombiano Luis Carlos Pulido, presuntos autores del incendio que el 26 de julio de 1983 causó la muerte de Antonio Cortina, de 75 años, padre del teniente coronel José Luis Cortina, que fue absuelto en el juicio por el intento de golpe de Estado del 23 de febrero de 1981. Los procesados continúan en prisión por decisión de la Audiencia Provincial de Madrid, a petición de la acusación particular y pese a la solicitud del ministerio público.

El fiscal de la Audiencia madrileña ha solicitado en tres ocasiones la libertad de los tres acusados. Antolín Herrero Ortega, que era el encargado del caso, realizó un estudio de las pruebas aportadas al sumario y por dos veces pidió la puesta en libertad de los procesados al Juzgado de Instrucción número 4 de Madrid, que denegó la solicitud. Herrero Ortega elaboró también las directrices a seguir durante la vista de los recursos de apelación contra el auto de procesamiento de los tres acusados.La vista de los recursos se celebró a puerta cerrada el 20 de diciembre de 1984. Los defensores de Isaza y Vázquez pidieron que se dejara sin efecto el procesamiento por falta de indicios para inculparles en el robo con homicidio. El fiscal que intervino en el acto, Félix Herrero Abad, se adhirió a las peticiones de la defensa y solicitó la revocación del auto. Pulido, presunto autor material del homicidio, no presentó recurso.

La Audiencia Provincial mantuvo los procesamientos y la situación de prisión para los tres implicados, de acuerdo con la acusación particular, y señaló que está acreditado que Antonio Cortina falleció por intoxicación de monóxido de carbono a raíz de un incendio provocado. La sala añadió que los procesados habían reconocido ante la policía que entraron en la vivienda del fallecido y que, al ser sorprendidos por el anciano, le inmovilizaron, le pusieron un cojín en la cara y prendieron fuego a la vivienda para borrar pistas.

Aunque posteriormente todos ellos alegaron haber sido forzados a prestar la declaración autoinculpatoria, según la Audiencia hay más de un testigo que afirma que el procesado que más detalles había dado sobre los hechos, al ser puesto en libertad, se vanagloriaba de haber sido el autor del crimen y haber conseguido la libertad alegando malos tratos de la policía. La Audiencia se refería a Luis Carlos Pulido, que fue puesto en libertad provisional, al parecer por un error del juez, ya que a los pocos días el mismo juez ordenó su ingreso en prisión.

Otro de los procesados que reconoció su participación en comisaría prestó su declaración asistido por un abogado. Este letrado manifestó ante el juez que la declaración había tenido un desarrollo normal, aunque intenso.

Los acusados afirmaron haberse apoderado de una cantidad de dinero, que era el objetivo de la entrada en la vivienda, y que tuvieron que marcharse precipitadamente al ser sorprendidos por el difunto.

Antolín Herrero fue ascendido a fiscal jefe de la Audiencia de Guadalajara a los pocos días de esta resolución y un nuevo fiscal, Guillermo Sena, ha sido encargado del caso. El fiscal jefe de la Audiencia de Madrid, Pedro Claver, manifestó a este periódico que no existe relación entre este caso y el ascenso de Herrero, que fue trasladado a Guadalajara a petición propia.

Dudas

Pedro Claver, a preguntas de EL PAIS, confirmó que la fiscalía se ha adherido a la petición de libertad de los acusados en tres ocasiones debido a que "se han establecido dudas sobre la naturaleza e interpretación de la prueba que obra en el sumario y existen dificultades para formular la acusación". "En congruencia con lo difícil que resulta sostener la acusación, -añadió- entendemos que los acusados deben estar en libertad".

Claver negó que se hubiera retirado la acusación contra Pulido, Isaza y Vázquez, aunque reconoció que es posible que hubiera podido interpretarse que sepedía el sobreseimiento de las actuaciones. El fiscal jefe de la Audiencia de Madrid dijo que ha encargado al nuevo fiscal que estudie el caso y que le informe y que, aunque no podía adelantar su actuación futura, cuando se hubiera concluido el sumario era posible que se hubiese pedido el sobreseimiento de las actuaciones.

Luis Carlos Pulido, colombiano de 40 años, fue detenido en agosto de 1983 y confesó ante la policía ser autor material de la muerte de Antonio Cortina en su domicilio de la calle Biarritz número 3. Precisamente esa vivienda salió a relucir en el Consejo de Guerra por la intentona golpista del 23-F, ya que el teniente coronel Tejero aseguró que se había reunido en ella con el entonces comandante Cortina, del CESID, mientras que éste negó que la reunión se hubiera producido.

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