Las discrepancias entre los universitarios reunidos en Barcelona originan dos grupos enfrentados
Los representantes estudiantiles universitarios, reunidos en Barcelona durante el fin de semana, no consiguieron llegar a acuerdos unitarios ni crear una coordinadora estatal. Un sector de estudiantes se pronunció a favor de redactar unas recomendaciones generales para ser examinadas posteriormente en cada universidad. Entre ellas, figura la propuesta de realizar una semana de movilizaciones, del 11 al 16 del próximo mes de marzo.Otro grupo, formado por representantes de 16 universidades, identificado con los estudiantes que integraron la llamada comisión negociadora con el Ministerio de Educación, acordó convocar una nueva reunión, a realizar en la tercera semana de marzo, en Sevilla, para intentar formar allí una coordinadora estable.
Desde un principio, las sesiones del encuentro de Barcelona estuvieron rodeadas de discusiones y tensiones. Los representantes de Zaragoza, Santiago de Compostela y el País Vasco pusieron en entredicho la representatividad de los reunidos. Los asistentes a este encuentro, que estuvo organizado por la Coordinadora Catalana de Estudiantes Universitarios como continuación de una reunión realizada meses antes en Madrid, no tuvieron que acreditarse en ningún momento. Algunos eran miembros de los claustros de sus universidades, otros, representantes escogidos en asambleas o miembros de asociaciones estudiantiles.
El reglamento y el orden del día que habían preparado los organizadores fue criticado en la jornada del sábado y se decidió por un voto de diferencia -el de la discutida Asamblea de No Admitidos (ANA)- modificarlos y convertir el encuentro en una reunión con mero carácter informativo y sin capacidad decisoria. Esa misma noche, representantes de algunas universidades, inquietos por la lentitud de la marcha del encuentro, se reunieron hasta altas horas de la madrugada para preparar una alternativa a la reunión.
Polémica sobre una negociación
La mañana del domingo se dedicó a analizar los resultados de la entrevista que un grupo de representantes estudiantiles había sostenido con la Secretaría de Estado de Universidades sobre las reivindicaciones que originaron el masivo paro realizado el 4 de diciembre.José María Hernández, estudiante de la Politécnica de Madrid, que asistió a aquella. entrevista, intentó en vano explicar las discusiones con la Administración sobre una posible congelación del importe de las tasas, las condiciones para el disfrute de becas y el aumento de la inversión pública en la universidad. Varios asistentes le replicaron duramente, acusando a aquella comisión de "negociar por las alturas, arrogarse una representatividad inexistente y olvidar las luchas reales que se llevan en las universidades, especialmente la de los no admitidos".
Ochenta estudiantes -entre ellos la totalidad de los representantes del País Vasco, Galicia, Canarias, la universidad de Barcelona, Literaria de Valencia y ANA- firmaron entonces un escrito de desautorización a la comisión. Luego, se realizó una votación sobre la actuación de los "negociadores", ganando los que estaban en contra de la misma: 13 votos frente a 11, y 4 abstenciones.
El bloque ganador redactó y aprobó una plataforma reivindicativa, que incluye la oposición a la Ley de Reforma Universitaria y al aumento de las tasas de matrícula; la reivindicación de una Universidad gratuita, concebida como servicio público; la crítica al numerus clausus, y la petición de que los alumnos que no fueron admitidos puedan estudiar en el centro de su primera elección. Asimismo, se solicita un aumento de las becas y más presupuestos para las universidades y menos para gastos militares".
Los representantes de otras 16 universidades -Alicante, Alcalá, Málaga, Granada, Cádiz, Sevilla, Valladolid, Salamanca, Asturias, Santander, Extremadura, Murcia, Palma de Mallorca, y las Politécnicas de Madrid, Valencia y Cataluña, así como la UNED- ya se habían desenganchado de la sesión y se habían reunido en otra sala. Al final se decidió convocar un encuentro para la tercera semana de marzo que esté abierto a todos los representantes estudiantiles que quieran participar en la creación de una coordinadora estable.
