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El rey Juan Carlos critica el proteccionismo como modelo para salir de la actual crisis económica

El rey Juan Carlos afirmó ayer, al abrir la cumbre exportadora convocada en Madrid por la Administración y diversas organizaciones de empresarios, que "cualquier intento de salir de la crisis a través del proteccionismo estará equivocado". En la primera de las dos jornadas previstas, el presidente del Gobierno, Felipe González, reunido en un almuerzo con dos millares de exportadores, aseguró que no serán anticipadas las elecciones legislativas, anunció la próxima incorporación de cuadros empresariales a los principales viajes oficiales "para unir gestión política y económico, y reafirmó su convicción de que España entrará en el Mercado Común el 1 de enero próximo. El optimismo por haber hecho de 1984 un año histórico en las ventas al exterior tuvo como contrapeso una noticia negativa para los asistentes: en breve habrá otra rebaja en la desgravación fiscal.

El mensaje del Rey fue recibido como una llamada a favor del librecambio, la modernización de la economía y la mayor presencia de mercancías españolas en el mundo. "La historia", dijo, "nos ha demostrado que las políticas proteccionistas y autárquicas no han dado resultados".Después de indicar que las medidas de apertura y liberalización siempre han sido en España positivas, se mostró esperanzado ante la próxima integración en la Comunidad Económica Europea (CEE).

Acababa de escuchar don Juan Carlos que en 1983, y más todavía en 1984 -cuando todo el crecimiento económico ha procedido de las ventas al exterior-, se ha registrado el mayor aumento de la exportación en la historia española. Pero destacó que las ventas al exterior todavía suponen un porcentaje muy pequeño respecto al total mundial y a la media europea.

Año histórico

El citado récord histórico -aumento del 20% en volumen, del 35% en pesetas y del 21% en dólares respecto a 1983- fue constatado por Claudio Boada, presidente de la Asociación para el Progreso de la Dirección (APD) y flamante presidente in péctore del Banco Hispano Americano. Al exponer los objetivos de la Cumbre exportadora -organizada junto con APD por la patronal CEOE, el Consejo Superior de Cámaras de Comercio y el Instituto Nacional de Fomento de la Exportación-, Boada insistió en que la unión empresarial hace la fuerza y en la necesidad de reforzar la creciente colaboración entre el sector privado y la Administración. Citó en especial dos tareas: revisar las ayudas administrativas ante los cambios en ciernes (financieros, implantación del impuesto sobre el valor añadido, consiguiente supresión de la desgravación fiscal a la exportación) y ensanchar el horizonte con la penetración en nuevos mercados (en grupos de trabajo fueron analizados ayer China, Sur de Estados Unidos, México, Australia y Nueva Zelanda, Sudeste asiático, Península Arábiga y Países Escandinavos).En el almuerzo, el presidente de la CEOE, José María Cuevas, expuso, por el contrario, una visión crítica del éxito exportador. Además de calificarlo como "coyunturalmente importante" (por el empuje de la caída en la demanda interna, entre otros factores), dijo que "la Administración no ha sido larga en apoyos". Añadió que en lo estructural, "no hemos avanzado mucho", por lo que los empresarios esperan que en 1985 se desarrolle el Acuerdo Económico y Social (AES) para despejar incertidumbres en la Seguridad Social, la empresa pública y la adaptación de la legislación laboral a Europa. Su afirmación de que sí se van despejando las relativas al orden público suscitó aplausos.

El almuerzo terminó con la intervención de Felipe González y de dos ministros. En respuesta a más de 200 preguntas escritas, el presidente mostró extrañeza por la existencia de algunas incertidumbres "casi filosóficas o teológicas" ante el Gobierno y reafirmó la "economía de mercado que tenemos" como el mejor de los sistemas existentes. Más tarde levantó un aplauso al decir que sólo se apellida al Gobierno socialista, pese a que "somos tan Gobierno de la Nación como cualquier otro. "Una sociedad en crisis", dijo, "exige políticas nacionales válidas para todos (... ). Con ese signo terminaremos la legislatura".

También afirmó que el Ejecutivo asumirá con todas sus consecuencias la reforma de la Seguridad Social, aunque no fructifique la negociación de desarrollo del AES. Expresó su confianza en el ingreso de España en la CEE para el 1 de enero de 1986, si bien "tampoco me crearía un trauma especial que fuera el 1 de enero de 1987", pues lo importante son las condiciones y asegurar la adhesión".

Miguel Boyer manifestó que el descenso de tipos de interés va a continuar "más todavía", que el tipo de cambio se estabilizará en 1985 ("si el Tratado con la CEE no es generoso, utilizaremos el tipo de cambio") y que habrá este año una nueva reducción de la desgravación fiscal a las exportaciones (en 1984 el éxito exportador ha costado al Estado 60.000 millones de pesetas más por este concepto). El déficit público impedirá destinar eventuales ingresos en la recaudación por el IVA a reducir notablemente las cotizaciones empresariales a la Seguridad Social.

Finalmente, el ministro de Industria y Energía, Carlos Solchaga, anunció la creación de un banco de datos de transferencia de tecnología y royalties, y la coordinación de ayudas a la investigación y el desarrollo.

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