El caso de un militar argentino
Hernán Invernizzi, argentino, de 32 años, hace 11 que permanece en prisión. El 6 de septiembre de 1973, durante el Gobierno peronista, mientras cumplía el servicio militar obligatorio, participó en el asalto al comando de sanidad del Ejército por parte del Ejército Revolucionario del Pueblo (ERP). La justicia militar lo condenó a la pena de reclusión por tiempo indeterminado. Invernizzi se convirtió así en el único militar argentino que está hoy condenado y sufre un castigo tan prolongado.Ni siquiera los militares profesionales que participaron en hechos tan graves como el enfrentamiento entre colorados y azules en 1962, con el saldo de numerosos muertos, heridos graves y daños materiales, o, más recientemente, el general Benjamín Menéndez, quien se alzó y amotinó utilizando la fuerza durante la presidencia del general Roberto Viola recibieron una sanción tan severa.
En efecto, Hernán Invernizzi intervino en una acción contra la ley cuando acababa de cumplir 21 años, empero no es un terrorista. Once compañeros de causa fueron puestos en libertad, mientras a él, en cambio, lo condena haber estado bajo bandera al producirse el hecho. Sufrió gravísimas torturas que lesionaron severamente su columna vertebral y padeció el horror de estar alojado en las prisiones de Rawson, en el sur de Argentina, y de Caseros, en la capital federal, famosas por inhumanas.
Sin embargo, este sobreviviente es un hombre lúcido, inteligente, optimista. Ha efectuado una profunda autocrítica y conserva intacta su dignidad. Hernán dedica gran parte del día a escribir. Ahora firma una columna política en la revista mensual El Porteño. Florencio Varela, su abogado defensor, ex secretario de Estado del Menor y la Familia entre 1976 y 1978, presentó en junio del año pasado en el Ministerio de Defensa un pedido de indulto para que llegue al presidente Alfonsín.
Un elemental sentido de justicia permite suponer que 11 años son suficientes para el pecado que cometió el conscrito. Sobre todo si se tiene en cuenta que tantos militares responsables de la desaparición y muerte de personas gozan todavía de total impunidad y que aún ninguno de ellos ha sido juzgado.- Dionisia Fontán.
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