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COLUMNA
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Nvidia no está sobrevalorada

El verdadero problema de la empresa no es DeepSeek ni los altibajos de un mercado vulnerable. Es su dependencia de Taiwán

El logotipo de Nvidia visto en dos pantallas de ordenador junto al de DeepSeek en un móvil.
El logotipo de Nvidia visto en dos pantallas de ordenador junto al de DeepSeek en un móvil.NurPhoto (Getty)
Marta Peirano

Parecía que los inversores se habían encontrado en Davos y a pie de raclette habían acordado devaluar Nvidia para darle una lección a la industria. Motivos no faltaban: mientras Sam Altman pedía billones y el Gobierno estadounidense anunciaba una inversión de 500.000 millones para financiar nuevas infraestructuras digitales, a gestionar entre los jefes de SoftBank, Oracle y OpenAI, un recién llegado chino reventaba el mercado con un modelo superior en coste, calidad y tamaño. Ahora sabemos también otra cosa. Un insignificante analista financiero llamado Jeffrey Emanuel publicó un post titulado “El caso en corto para las acciones de Nvidia” y lo compartió en una web de inversión.

Como todo el mundo sabe gracias a GameStop, apostar en corto, o shortear, es apostar en contra de una empresa. El post decía que Nvidia estaba muy sobrevalorada y que la prueba era DeepSeek. Al día siguiente, fue compartido por Chamath Palihapitiya para sus 1,8 millones de seguidores en X, y retuiteado por Naval Ravikant para su audiencia de 2,6 millones. Jared Friedman lo compartió en el foro de Ycombinator, la aceleradora de startups más conocida del Valle. Como consecuencia, un post que típicamente habría sido visto por un centenar de personas recibió millones de visitas. El lunes siguiente, Nvidia perdió 600.000 millones de dólares, rompiendo récords en la Bolsa. Los fondos de pensiones de millones de americanos perdieron varias tallas de una vez.

Un detalle interesante: Jeffrey, fundador de “una empresa de blockchain que ofrece almacenamiento descentralizado, soluciones de IA y otros servicios para desarrolladores de Web3″ estaba shorteando a Nvidia e invirtiendo en su rival, AMD. Otro detalle: Palihapitiya, Ravikant y Friedman tienen firmas de capital de riesgo y son criptobros amigos de Elon Musk. Cabría preguntarse si ellos shortearon Nvidia antes de viralizar el análisis de Jeffrey en la plataforma de su amigo. O si cuando había caído un 17% volvieron a comprar.

Una opinión impopular: creo que DeepSeek no demuestra que Nvidia esté sobrevalorada, sino todo lo contrario. China tiene no uno, sino varios gigantes tecnológicos que juran tener chips similares o superiores a los H100s de Nvidia e incentivos para desarrollar soluciones soberanas que demuestren su superioridad e independencia industrial. Sin embargo, el primer proyecto asiático capaz de competir con la mejor versión de GPT elige una versión disminuida de los chips americanos. Según su documentación, DeepSeek usa chips de Huawei para la inferencia, que es como llama la industria a procesar las respuestas del modelo, pero fue entrenado con Nvidia H800 para bajar la factura de la luz, a pesar de que el Gobierno estadounidense podría prohibirles comprar esos chips en cualquier momento, o subir los aranceles de forma punitiva y unilateral. Ups, ya pasó.

Técnicamente, Nvidia sigue siendo la gallina de los huevos de oro. Sus chips son los más valiosos del mercado, tanto en la gama de vanguardia como en la clase B y C. El sistema operativo que los acompaña, CUDA, no tiene rival conocido y es crucial para la eficiencia de los chips. Su verdadero problema es que su cadena de suministro tiene solo dos paradas, y la más importante se llama Taiwan Semiconductor Manufacturing Company. Me dice Andrea Rizzi que China podría no estar preparada ahora mismo para cumplir su amenaza e invadir Taiwán, pese a sus numerosas señales.

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