_
_
_
_
Cartas al director
Opinión de un lector sobre una información publicada por el diario o un hecho noticioso. Dirigidas al director del diario y seleccionadas y editadas por el equipo de opinión

El amigo americano

A propósito de la nueva ronda de conversaciones de Ginebra, le ruego constate algunos de los muchos hitos norteamericanos frente a los soviéticos: fueron los primeros en hacer la bomba atómica (en 1945, cuatro años antes que los soviéticos) y los únicos en arrojarla sobre poblaciones (Hiroshima y Nagasalci, en 1945). En 1949 se adelantaron creando una alianza militar de carácter global (OTAN); el Pacto de Varsovia vino después. También fueron pioneros haciendo el primer submarino atómico (Nautilus) y el primer portaviones atómico (Enterprise, militar, por supuesto), en 1954 y 1960, respectivamente. Fueron líderes indiscutibles construyendo y haciendo estallar la primera bomba de hidrógeno en 1954. A los soviéticos les llevó un año más el poder repetir la hazaña, de la mano de Sajarov. Con la generosidad que le caracteriza, fue el primer país que desplegó armamento atómico en terceros países desde hace ya bastantes años. La URSS comenzó a hacerlo a finales de 1983, después de los euromisíles.También fueron los primeros en ensayar las llamadas armas B y Q (bacteriológicas y químicas, allá en Vietnam, por los años sesenta y setenta). Sin hacer un gran esfuerzo de memoria se podrá recordar que fue Reagan el que lanzó primeramente el invento de las dos bombas N: la de neutrones y la de gas nervioso. También se hicieron famosos por sus tres grandes negativas a propuestas soviéticas: no a una moratoria o congelación de la fabricación de armamento nuclear (que crece al ritmo de 100 Hiroshimas diarias), no a prometer no ser los primeros en usar el arma nuclear (la URSS lo ha hecho unilateralmente) y no a la prohibición de usar el espacio exterior con fines militares (la URSS lo ha hecho unilateralmente.)

En cuanto a intervenciones militares directas, EE UU lo ha hecho en no menos de 20 países no menos de 100 veces. La URSS lo ha hecho en Hungría, Checoslova quia y Afganistán. Claro que no se cuentan las intervenciones indirectas, con manifiesta ventaja para EE UU, ni las practicadas por aliados, ni las anexiones, porque EE UU barrería en cantidad y calidad. En cuanto a expansionismos por bases militares en terceros países, los norteamericanos operan en unas 22 naciones y les han echado (siempre a la fuerza) de algunas otras. La URSS cuenta con bases en unos 10 países. En algunos países EE UU tiene multitud de bases, como en Filipinas, con unas 30, o Puerto Rico, con unas 50 instalaciones. No se contabilizan ni países que ofrecen facilidades portuarias ni los que albergan asesores militares, porque de nuevo EEUU se despegaría notablemente. Si se mira en un mapa, es obvio que las bases norteamericanas rodean a la URSS, pero las soviéticas no rodean a EE UU.

El último despropósito norteamericano, bautizado como la guerra de las galaxias, fue anunciado en marzo de 1983 por el pregonero de las fiestas de la paz, señor Reagan, que en vez de lanzar un chupinazo lanzará el Discovery el próximo 23 de enero. Eso sí, estos pacifistas que ayer mismo (en los años sesenta) prohibían a los negros ir a la Universidad y los tenían segregados en autobuses, escuelas, etcétera, han mejorado tanto que incluso puede que metan un negro y una mujer en la lanzadera. Soviéticos y estadounidenses son iguales, pero unos más iguales que otros.-

Haz que tu opinión importe, no te pierdas nada.
SIGUE LEYENDO

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo

¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?

Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.

¿Por qué estás viendo esto?

Flecha

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.

Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.

En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.

Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_