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Las transfusiones y el contacto sexual

"La promiscuidad sexual es el motor de esta epidemia mortal y debemos advertir sobre este peligro a nuestros conciudadanos homosexuales". Esta frase, pronunciada por el jefe del departamento de virología de la Oficina Federal de la Salud de Berlín, en la República Federal de Alemania (RFA), resume la opinión de la mayoría de los científicos que estudian el SIDA sobre la transmisión de la enfermedad. El mismo Centro para el Control de Enfermedades, de Estados Unidos, en Atlanta, recomienda a los grupos de riesgo "que eviten los contactos sexuales anónimos con personas sospechosas de padecer la enfermedad o con los propios enfermos". Pero hasta ahora nadie había ido tan lejos como el ministro de la Salud de la RFA, que ha anunciado que los homosexuales afectados de SIDA que continúen teniendo relaciones sexuales podrían ser condenados hasta a tres años de prisión.Mientras en los medios gay de Berlín Oeste ya se rechaza la idea de reducir las actividades sexuales, pese al anuncio de medidas penales, las autoridades añaden a éstas la declaración obligatoria de cada caso constatado de SIDA, la necesidad de someterse a exámenes médicos regulares y la prohibición de toda donación de sangre por parte de todos aquellos individuos enclavados dentro de los grupos calificados como proclives al riesgo de contraer esta temible enfermedad.

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El cerco contra el SIDA

La donación de sangre, el otro importante vehículo de transmisión del SIDA, ha sido también objeto de polémica en la mayoría de los países afectados. En el Reino Unido, la opinión pública está especialmente sensibilizada desde que el pasado día 20 de diciembre apareció en el diario The Guardian la noticia de que había nacido un bebé con SIDA, contraído a través de su madre, que durante el embarazo había sufrido una transfusión de sangre.

Dos prestigiosos médicos, los doctores Richard Tedder, jefe de investigación del hospital Middlesex, de Londres, y Marcela Contreras, directora del centro de transfusiones del norte de Londres, pidieron a homosexuales y bisexuales que se abstengan de donar órganos, sangre y semen, por el riesgo de contagiar SIDA, en el transcurso de una conferencia sobre esta enfermedad, cuya audiencia estaba compuesta fundamentalmente por homosexuales.

La doctora Contreras dijo que no deberían trasplantarse riñones, corazones o médulas de donantes con alto riesgo de contraer el SIDA. Sobre el riesgo de la promiscuidad sexual, el doctor Tedder precisó que no trataba en absoluto de moralizar, "sino tan sólo de plantear cuestiones como especialista en mierobiologia, y, por la experiencia que se tiene hasta el momento, mientras no se logre una vacuna, el problema del SIDA, al menos en su fase inicial, debe atajarse mediante una modificación del comportamiento".

También en Australia causó impacto la muerte de tres bebés que habían recibido transfusiones de sangre provenientes de un mismo donante homosexual. Ante este circunstancia el Gobierno de aquél paísha decidido obligar a los australianos a firmar una declaración jurada donde debe figurar que no son afectados del SIDA nitampoco portadores potenciales.

En España no se ha tomado ninguna medida restrictiva ni se ha abordado el tema en las reuniones de la comisión de trabajo sobre SIDA, según indicó a EL PAIS Odorina Tello, quien considera que el número de casos en nuestro país no es alarmante y que tomar medidas para concienciar a los grupos de riesgo intentando evitar, por ejemplo, que donen sangre, "no quiere decir nada, porque se pueden dejar otras muchas circunstancias fuera".

En opinión del doctor Nájera, sin embargo, estas medidas son aconsejables porque "una de las formas de evitar la transmisión es recomendando a los grupos de riesgo que no tengan contactos sexuales con personas implicadas y no hagan donaciones de sangre".

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