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Reportaje:

El cerco contra el SIDA

Científicos de todo el mundo se han volcado en esta enfermedad y pronto crearán una vacuna contra ella

En un congreso celebrado recientemente en Düsseldorf (República Federal de Alemania), el doctor Hans-Dieter Brede afirmaba que la epidemia de SIDA, que afecta a cerca de 7.000 personas en todo el mundo, procede de Estados Unidos, aunque su centro esté en el ecuador africano. Y de Estados Unidos procede no sólo la enfermedad, sino también la mayor parte de los datos que se conocen sobre ella en estos momentos, debido, fundamentalmente, al esfuerzo de investigación realizado para intentar atajar este mal, que tiene en Estados Unidos un ritmo de notificación de 100 nuevos enfermos por semana.

Por eso no es extraño que la primera reunión mundial interdisciplinaria sobre SIDA, convocada para el próximo mes de abril, con el fin de revisar las estrategias sobre prevención y control de esta enfermedad, se celebre precisamente en Atlanta (EE UU). La reunión -patrocinada, entre otros organismos, por la Organización Mundial de la Salud- permitirá conocer los más recientes resultados de la investigación, que en Estados Unidos cuenta con un 'importante aporte presupuestario.

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Pero en esas fechas, probablemente, ya se estará utilizando una prueba que permita saber quiénes padecen SIDA, y de la que tal vez se pueda disponer desde este mismo mes. Este sistema se basa en la posibilidad de medir los anticuerpos que se producen como respuesta a la enfermedad para estimar la frecuencia de infección en ciertas poblaciones y proporcionar información importante sobre la historia natural del SIDA en estos grupos. Sin embargo, los resultados positivos no podrán ser interpretados de manera unívoca, y no siempre que existan anticuerpos querrá decir que existe SIDA.Pero el logro más importante realizado hasta el momento para desvelar el enigma del SIDA, ha sido el reciente hallazgo del virus que lo causa, realizado por el equipo del profesor Robert Gallo, del Instituto Nacional del Cáncer, en Bethesda (EE UU). Se trata del HTLV-3, un retrovirus que actúa sobre los linfocitos T, pieza clave del sistema inmunitario. Y como indica el doctor Rafael Nájera, director del Centro Nacional de Microbiología, Virología e Inmunología Sanitaria de Majadahonda y miembro de la Comisión Nacional de Trabajo sobre el SIDA, "si se demuestra definitivamente que ese virus es la única causa de la enfermedad, una vacuna preparada con ese virus resolvería el problema".

Según los expertos, esta vacuna podría comercializarse dentro de dos años aproximadamente. Un plazo que no le parece nada utópico al doctor Nájera, porque "el HTLV-3 se maneja ya en el laboratorio y ha sido clonado en bacterias. La posibilidad de expresión de alguna de sus proteínas, por ejemplo, es factible. Por eso es razonable que en un plazo relativamente corto de tiempo se pueda obtener esta vacuna, producida por ingeniería genética".

Promiscuidad sexual

"El SIDA es una enfermedad nueva, al menos en su amplificación en su número", admite el doctor Nájera, "ya que anteriormente no existían anticuerpos y ahora se han detectado entre las poblaciones de alto riesgo. En último término, habría estado en algún reservorio, donde podría haber pasado inadvertida hasta que, por alguna causa que desconocemos, fue introducida en una población cuyas características sociales -una promiscuidad sexual muy alta- han hecho posible que se amplificara de esta manera".El más alto grado de incidencia del SIDA se ha encontrado, en Estados Unidos, entre homosexuales jóvenes con alto grado de promiscuidad -se contabilizó una medía de 1.100 contactos sexuales en el grupo afectado, frente a 500 entre los homosexuales del grupo control-, seguido de drogadictos por administración intravenosa, ha¡tianos, hemorilicos, niños -generalmente hijos de madres drogadictas- y enfermos que han recíbido transfusión de sangre.

En Europa se repite la prevalencia de homosexuales que cambian con frecuencia de pareja. Pero la introducción del SIDA en el Viejo Continente trajo consigo un nuevo factor: cerca del 10% de los casos notificados afectaba a personas procedentes del África ecuatorial, según datos del Centro de Colaboración sobre SIDA en Europa, que tiene su sede en París. Otra característica del SIDA en Europa es su incidencia (421 casos hasta junio pasado), mucho menor que la observada en Estados Unidos (6.301 enfermos hasta octubre), aunque todavía no ha podido confirmarse si sólo se debe a un desfase en el comienzo de la epidemia.

El origen del SIDA está todavía sin explicar. Los primeros casos aparecen a mediados de 1979 en Estados Unidos, y, en principio, se piensa que el foco inicial podría estar localizado en Haití, isla caribeña donde se localizó un gran número de casos sin ningún nexo de anión con los otros grupos de riesgo, ya que no eran drogadictos ni habían recibido transfusiones y negaban haber tenido relaciones homosexuales. Frente a esta teoría también se planteó la contraria, es decir, que serían las comunidades homosexuales de Estados Unido quienes habrían exportado el SIDA a esta isla, que suelen frecuentar en sus vacaciones.

La conexión africana

El foco haitiano sigue sin explicarse, pero la teoría más aceptada en la actualidad para explicar la procedencia del SIDA es la que sitúa su centro originario en África. La universidad de Lusaka, en Zambia, ha publicado datos, que han sido divulgados en Alemania Occidental, en los cuales se recoge la existencia en el África ecuatorial de una forma benigna de sarcoma de Kaposi, el estadio final de la mayoría de los casos de SIDA, que se conoce desde 1872. Este cáncer afecta a 13 hombres por cada mujer, lo cual se atribuye a la extendida homosexualidad entre los varones jóvenes africanos, "que no tienen medios para comprar una esposa hasta que rondan los 40 años de edad"."El SIDA no es una enfermedad excesivamente contagiosa", asegura el doctor Nájera, "ya que para su transmisión se necesita un contacto muy íntimo, al estar ligada al semen y a la sangre". De hecho se ha encontrado el fatídico HTLV-3 en el semen de un hombre que había tenido relaciones homosexuales con un enfermo de SIDA antes de que éste contrajera la enfermedad. Para explicar el que las mujeres se vean tan poco afectadas, siendo el semen un vehículo transmisor, algunos científicos recurren a la frecuencia con la que se producen traumatismos anales en individuos homosexuales, lo que favorecería el contacto del esperma con la sangre.

Pero lo más alarmante de esta enfermedad es que, pese a ese contagio relativamente reducido, su evolución es, en los casos conocidos hasta ahora, muy rápida, casi fulminante, con un índice de mortalidad altísimo y ningún caso de reversibilidad conocido hasta el momento. El período de incubación puede alcanzar los siete años, y en la práctica totalidad de los casos aparecen, previamente al diagnóstico de la enfermedad, síntomas inespecíficos que pueden durar hasta dos años. Los más frecuentes registrados entre los afectados españoles han sido debilidad, fiebre, pérdida de peso, adenopatías (enfermedad de los ganglios linfáticos), sudoración, disfunción de la médula ósea y dolor muscular, según Odorina Tello, portavoz de la Comisión Nacional de Trabajo sobre el SIDA.

Cáncer epidémico

Tras la quiebra de las defensas inmunológicas producida por el ataque del HTLV-3 a los linfocitos T, el SIDA se manifiesta por la aparición de un cáncer de piel (el sarcoma de Kaposi) y de infecciones oportunistas, es decir, que aprovechan el estado de inmunodepresión. El sarcoma de Kaposi es el primer cáncer humano epidémico que se conoce en el mundo occidental. Hasta que apareció relacionado con el SIDA afectaba tan sólo a hombres de más de 60 años o a individuos con supresión del sistema inmune tras ser tratados con fármacos para evitar el rechazo de órganos o con quimioterapia ,para combatir otros tipos de cáncer. En estos pacientes aparece en las piernas y no suele ser causa de su muerte.Sin embargo, en los enfermos de SIDA, generalmente jóvenes, se manifiesta en la parte superior del cuerpo, cabeza, cara y órganos internos; no responde al tratamiento, y gran parte de los afectados sucumbe a él antes de un año. Sin embargo, el número de muertes entre los enfermos de SIDA por infecciones oportunistas es mucho mayor que por cáncer de Kaposi. La infección más común es la neumonía producida por Pneumocyistis Carinii.

En España, hasta la última reunión de la Comisión de Trabajo sobre SIDA, que tuvo lugar el 19 del pasado mes de octubre, se habían diagnosticado, dentro de una reserva sepulcral, 18 casos de SIDA, todos correspondientes a enfermos varones (10 de ellos eran homosexuales o bisexuales; tres, drogadictos que se inyectaban por vía intravenosa; en uno se daban ambas circunstancias, y los cuatro restantes eran hemofílicos).

De ellos, 14 murieron antes de transcurrir un año desde el momento de su diagnóstico (excepto uno), y en la mayoría de los casos (11), debido a infecciones oportunistas. En la actualidad viven cuatro de los enfermos notificados y otros cuatro están a la espera de confirmar el diagnóstico.

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