El Festival de Cine de San Sebastián decide hoy su supervivencia

Ante el inminente cambio de su dirección, el Festival Internacional de Cine de San Sebastián enfrenta la alternativa de instalarse en la mediocridad o renovarse y aspirar a recobrar su perdida categoría A. Tras Carlos Gortari, director que se autodefine como "de transición", en el sector se espera que el probable nuevo director, el periodista Pedro Erquicia -propuesto y apoyado desde la Dirección General de Cinematografía con el beneplácito de las instituciones vascas-, devuelva al festival su dimensión internacional. Para Carlos Gortari, San Sebastián merece todo el apoyo como plataforma del cine español. La Federación Internacional de Productores confía en que sea punto de encuentro con el cine latinoamericano.

El comité rector del Festival Internacional de Cine de San Sebastián nombrará hoy, con toda probabilidad, al periodista bilbaíno Pedro Erquicia director del certamen donostiarra. Sin embargo, Pedro Erquicia manifestó ayer en Madrid que de momento sólo ha mantenido conversaciones privadas y que primero ha de saber qué futuro se pretende dar al festival. Caso de confirmarse el nombramiento, éste se produce en un momento decisivo para el futuro del festival, tras el clamoroso fracaso de la pasada edición y ante las expectativas de una pronta recuperación de la categoría A suscitadas en la asamblea celebrada en noviembre por la Federación Internacional de Productores (FIAPF).

Propuesta de Pilar Miró

En sus horas más bajas, el festival se enfrenta ahora a una alternativa crucial: o continúa instalado en la inercia de una perspectiva que conduce irremisiblemente a su final, o se transforma profundamente para poder aspirar a casi todo. Paradójicamente, cualquier renovación dispone de la ventaja que ofrece en la actualidad la falta de credibilidad del certamen. "Es mucho más fácil hacer un festival radicalmente distinto que repetir la pasada edición", manifestó ayer un directivo.

La candidatura de Pedro Erquicia, corresponsal de Televisión Española en Nueva York durante largos años y antiguo director del programa Informe semanal, ha sido propuesta por la directora general de Cinematografía, Pilar Miró, y aceptada por el alcalde de San Sebastián, Ramón Labayen (PNV), y el Gobierno vasco.

Dada la composición del comité rector, en el que está ampliamente representado el Ayuntamiento de San Sebastián, organizador del festival, y la disposición de los grupos de la corporación, la elección de Erquicia está prácticamente asegurada. Los representantes de Herri Batasuna se opondrán previsiblemente, consecuentes con una crítica frontal a la filosofía del festival, pero los demás organismos representados, desde el Gobierno vasco a los exhibidores, aprobarán mayoritariamente la candidatura.

Aparte de su trabajo en TVE, Pedro Erquicia es una persona desconocida en los medios cinematográficos vascos. Su biografía le presenta como un hombre trabajador, inteligente, gran aficionado al cine y conocedor de las productoras norteamericanas. Por primera vez en su historia de 32 años, el director del festival tendrá dedicación exclusiva, lo que se juzga imprescindible. Erquicia debe presentar en los próximos días su proyecto para el festival y resolver desde las fechas hasta el presupuesto, si el certamen aspira a alcanzar la categoría competitiva.

El tiempo apremia

Pero resulta preocupante la escasa reacción de los organizadores, que, estos meses, no parecen haber avanzado en el diseño de un festival nuevo. Mucho más si se. tiene en cuenta que los informes de los responsables de las distintas secciones juzgaron catastrófica la pasada edición.

Algunos organizadores lamentan la pérdida de un tiempo precioso y temen que la próxima edición siga con la improvisación y el voluntarismo característicos del festival.

Hasta ahora, el certamen donostiarra, el festival del teléfono, ha sido un espectáculo que se improvisaba a sí mismo semanas antes de su inauguración y que trataba de superar su ausencia de los escenarios de producción cinematográfica internacional con algún viaje relámpago de última hora. Estabilizar la labor de dirección, organización y administración es una necesidad tan evidente como las limitaciones que impone el presupuesto.

El apoyo decidido al festival por la Dirección General de Cinematografia -23 millones de pesetas de subvención en la pasada edición-, anima las posibi lidades de continuidad y proba blemente explica el hecho de que la candidatura de Erquicia haya sido aceptada por el Gobierno vasco y el Ayuntamiento de San Sebastián, que financiaron el an terior festival con 24 y 30 millo nes de pesetas, respectivamente. Rarrión Labayen ha indicado que Pilar Miró se ha mostrado muy firme defendiendo la candidatu ra de Pedro Erquicia y que su nombramiento aportará la fiabi lidad imprescindible para tener acceso a las subvenciones.

La oferta de la FIAPF

Tras el nombramiento y la aprobación de un proyecto de festival para la próxima edición, los organizadores deberán responder a la oferta de la FIAPF. La Federación Internacional de Productores está sumamente interesada en hacer de San Sebastián el punto de encuentro entre la cinematografía latinoamericana y europea, y busca fórmulas que, salvando las restricciones a la importación, faciliten la comercialización en España de las películas subtituladas presentadas al certamen.

La incorporación de España a la CEE resolvería el problema a medio plazo, y es posible que la Dirección General de Cinematografía ofrezca a países bien representados en la FIAPF, como Francia e Italia, una reducción del período de transición que se abrirá entre los países comunitarios y España. Las películas americanas podrían penetrar en el libre mercado comunitario a través del Reino Unido, país que exige requisitos mínimos -la intervención de actores o técnicos ingleses- para nacionalizar películas. San Sebastián deberá atraerse a los medios informativos latinoamericanos para convertirse en el festival de encuentro de las cinematografías de Europa y América del Sur.