Schroeder pasará las Navidades en casa, según los médicos

William Schroeder, el hombre del corazón artificial, fue desconectado el martes pasado de todos los aparatos que controlaban sus funciones vitales, liberándose así de casi todos los cables y tubos que le inmovilizaban, a excepción de los que le unen al compresor que hace funcionar el órgano trasplantado. El cirujano que le operé, el doctor DeVries, dejó entender en una conferencia de Prensa el martes pasado que su paciente, si todo va bien, podría pasar las navidades en su casa con su familia.

Los médicos que le atienden aseguran que continúa recuperándose perfectamente de la intervención y que, a menos de 10 días de la misma, se ha convertido prácticamente en un enfermo normal.

Programa de rehabilitación

Ayer Schroeder comenzó su programa de rehabilitación, consistente en una serie de ejercicios físicos suaves que realiza en la cama, consistentes en movimientos de los brazos y la cabeza. Además, cada día se levantará de la cama y andará por la habitación. Debido a su especial constitución actual, en la que el funcionamiento de su corazón puede distinguirse perfectamente del de su sistema circulatorio, los médicos, con el permiso de Schroeder, han aprovechado para efectuar una serie de experimentos con drogas comunes para investigar sus efectos. Se trata de isuprel, neosinefrina y nitroprusida.La primera de ellas, el isuprel, es un compuesto sintético que se usa para el tratamiento de los estados de shock ya que aumenta la cantidad de sangre bombeada por el corazón; la neosinefrina, que se encuentra en la mayoría de los aerosoles nasales, produce la contracción de los vasos sanguíneos, y la nitroprusida se usa para el tratamiento de la presión arterial porque la hace descender y ensancha las arterias.

Por lo general, estas drogas, que afectan al sistema circulatorio, pueden también producir efectos en el corazón, y lo mismo ocurre en el sentido contrario. En el caso de Schroeder, los médicos podrán analizar sus efectos por separado.