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EUROPA Y LA POLÍTICA DE BLOQUES

Las superpotencias se disputan los favores de Albania

, El Gobierno soviético, con motivo del 40º aniversario de la liberación de Albania, ha enviado a las autoridades de Tirana su primer mensaje en 10 años, "rindiendo un homenaje respetuoso al pueblo albanés", no obstante la ausencia de relaciones diplomáticas entre los dos países.

Por su parte, Marck Palmer, encargado de asuntos de la Europa Oriental en el departamento de Estado norteamericano, declaraba recientemente que "aunque por deseo del Gobierno albanés nuestros dos países siguen sin relaciones diplomáticas, no olvidamos el anhelo del pueblo de Albania de preservar su identidad nacional y su independencia en el futuro".

La estratégica Albania es el único país del Este europeo que ha abandonado el Pacto de Varsovia (en 1968). Pero la Unión Soviética no parece perder las esperanzas en que -tras la desaparicion del estalinista Enver Hoxha, que acaba de cumplir los 76 años de edad- el gobierno de Tirana restablezca con Moscú las relaciones rotas en 1963. Hasta entonces, la URSS tuvo en Valona su única base mediterránea de submarino.

Estados Unidos empieza a tomar posiciones cara a la sucesión de Enver Hoxha, conforme éste pone, cada vez más, las riendas del Gobierno en su delfín Ramiz Alia, de 62 años de edad. Alia ya ostenta la jefatura nominal del Estado albanés, en calidad de presidente del Presidium de la asamblea nacional. Desde su alejarmento de China hace siete años, Albania se está abriendo diplomáticamente a la Europa Occidental, aunque conserva relaciones económicas preferenciales con el Este, a excepción del tabú socialimperialista soviético.

El tercero de los ángeles que se disputará el alma albanesa tras la desaparición política o física de Enver Hoxha es la vecina Yugoslavia. Este país es el mejor emplazado geográficamente pero el peor situado políticamente de toda Europa. Sin tránsito por Yugoslavia, Albania queda aislada. Pero el problema de Kosovo, la provincia autónoma yugoslava de mayoría étnica albanesa, abruma el futuro diplomático albano-yugoslavo.

Los discursos pronunciados durante estas fiestas por Enver Hoxha, número uno del Partido del Trabajo de Albania, y por su sucesor Ramiz Alia, vuelven a descalificar a pretendientes soviéticos, estadounidenses y yugoslavos. "Albania y el pueblo albanés no se venden por cuatro trapos, ni por tres rublos soviéticos, ni por dinares yugoslavos, ni por libras y dólares", sentenciaba el primero en un lírico mensaje.

Por su parte, Ramiz Alia afirmó que "la paz no será posible en Europa sin una resuelta oposición al imperialismo norteamericano y al social-imperialismo soviético".

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