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FRACASO DEL DIÁLOGO EN EL SALVADOR

Duarte rechaza las propuestas de la izquierda

, El presidente salvadoreño, el democristiano José Napoleón Duarte, ha rechazado "por anticonstitucional" el proyecto de paz que la guerrilla izquierdista presentó el pasado viernes en su segunda reunión con el Gobierno, celebrada en Ayagualo, cerca de San Salvador. Apenas una hora después de finalizar el encuentro entre las dos delegaciones, Duarte se dirigió por radio y televisión al país para anunciar que estaba dispuesto a seguir las conversaciones siempre que los alzados en armas acepten su propuesta o presenten otra que esté de acuerdo con la Constitución. Esto coloca el diálogo al borde de la ruptura, pese a la decisión conjunta de darle continuidad.

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Al margen de la celebración de una nueva entrevista en fecha todavía no precisada, el comunicado conjunto, leído por el arzobispo Arturo Riveray Damas, al término de 12 horas de conversaciones, sólo reseña la consecución de dos acuerdos: elaboración de un reglamento interno para la comisión mixta y respeto a la libertad de movimientos de la población civil por todas las carreteras del país desde el 22 de diciembre al 2 de enero. Este último compromiso sustituye a una eventual tregua de Navidad. El propio Rubén Zamora tuvo que admitir que los resultados de la reunión pueden parecer "diminutos".Abraham Rodríguez, uno de los miembros de la delegación gubernamental, declaró que estaba triste y culpó a la guerrilla de que no se hubiera logrado la tregua navideña, tal como propuso la Iglesia. "Costó un mundo", dijo, "convencerles de que aceptaran este paso mínimo que supone la libertad de tránsito". La versión de la izquierda es otra. Héctor Oquelí declaró por teléfono a EL PAIS que el Gobierno no pretendía una tregua, sino un alto el fuego unilateral de los insurgentes, sin ninguna contrapartida.

Rubén Zamora agregó ayer en el aeropuerto de San Salvador momentos antes de viajar a México en un avión de la fuerza aérea mexicana, que el planteamiento del Gobierno incluía una moratoria en la compra de armas por par te de la guerrilla, mientras el Ejército renunciaba sólo a realizar en esas fechas grandes operaciones militares.

"Llegaron a decir", aseguró Zamora, "que las fuerzas armada tendrían que aumentar la vigilancia en las carreteras para hacer frente a grupos que pudieran oponerse a la tregua. En esos término no era posible ningún acuerdo. Ya en la primera reunión (celebrada el 15 de octubre) nosotros propusimos que La Palma fuera declarada ciudad de la paz, comprometiéndonos ambas partes a no ocupar militarmente, pero el Gobierno rechazó la propuesta".

Tras la lectura del comunicado conjunto, el obispo Rosa Chávez explicó a grandes rasgos cómo se había desarrollado la reunión, que comenzó con el rezo del padrenuestro y unas palabras del arzobispo Rivera en las que alentó a los presentes a dar un signo de esperanza al pueblo.

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Después de aprobar el orden del día, se elaboró el reglamento interno de la comisión mixta, que a partir de ahora se reunirá en la casa de ejercicios de Ayagualo. Cada delegación podrá cambiar a sus miembros. A continuación se debatió a fondo la propuesta de paz presentada por José Napoleón Duarte en la reunión anterior. Rubén Zamora dijo más tarde que la izquierda aprecia algunos puntos positivos, como la necesidad de profundizar la democracia e introducir cambios sociales, pero considera que otros temas están insuficientemente planteados.

La oposición presentó luego su propio proyecto de paz, que la otra parte se limitó a recoger bajo el compromiso de que responderá en la próxima entrevista. Finalmente se debatió la posibilidad de establecer una tregua de Navidad.

Respeto

El ministro Julio Adolfo Rey Prendes habló en términos moderados al finalizar la reunión. Señaló que se habían discutido asuntos fundamentales y reafirmó la voluntad del Gobierno de seguir este camino del diálogo. Duarte se encargó de endurecer el tono. "Quiero dejar en claro", aseguró, "que en ningún momento voy a moverme del respeto absoluto a la Constitución. No puedo aceptar una propuesta como la que han hecho estos señores alzados en armas".

"Ellos plantean la integración de un Gobierno de las partes, lo que rompe el Estado de derecho", dijo Duarte. "Proponen también", continuó, "reformas constitucionales, pero sin seguir los trámites que señala la propia Constitución. Piden, finalmente, algo inaudito, como es la organización de unas fuerzas armadas que asimilen a los dos supuestos ejércitos. Este planteamiento es absolutamente inaceptable".

Los representantes de la izquierda, que durmieron ayer nuevamente en la Embajada española, opinaron que esta intervención de Duarte no parecía destinada al pueblo salvadoreño, "sino a algunos sectores poderosos que se oponen al diálogo", según declaró el comanante Dagoberto Gutiérrez.

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