España intenta flexibilizar hoy en París la postura de dureza que mantiene Francia en las negociaciones con la CEE

A partir de las ocho de la mañana de hoy comienzan las primeras entrevistas entre los ministros de Asuntos Exteriores, Economía v Hacienda. Agricultura e Industria de España y Francia, en una nueva e imprevista cumbre bilateral que cobra especial importancia por la inminencia de la propia sesión negociadora del martes y miércoles con España y Portugal, y de la cumbre de jefes de Estado y de Gobierno, que tendrá lugar los días 3 y 4 de diciembre en Dublín. La reunión hispanofrancesa se desarrollará en el palacete de Celle Saint Cloud, en las inmediaciones de París.

Este es el mismo lugar que sirvió de sede -en enero del pasado año- al primero de los encuentros mantenidos por ambos países desde que Felipe González fue elegido presidente del Gobierno. En la reunión de hoy también participarán los encargados de los temas comunitarios de ambos países, Roland Dumas, por parte francesa, y Manuel Marín por parte española.Este nuevo encuentro entre los dos países, que destaca esencialmente por participar en él los ministros de cuya responsabilidad dependen los principales temas aún pendientes, ha sorprendido a buena parte de los sectores relacionados con la negociación en España. El propio ministro de Economía, Miguel Boyer, declaraba el jueves, horas antes de su viaje a Bruselas, que la convocatoria de este encuentro no se había producido de manera imprevista, sino que estaba planeada desde hacía varias semanas. Sin embargo, tanto en Industria como en Agricultura y en Asuntos Exteriores se reconocía que habían tenido conocimiento de este viaje en los últimos días.

Según fuentes solventes, esta decisión se habría decidido en la reunión que mantuvieron con Felipe González el pasado domingo en el palacio de La Moncloa los ministros más directamente implicados en las negociaciones con la CEE, y que habría sido ratificada en el pasado consejo de ministros. Ayer, personas relacionadas con el proceso de preadhesión mantenían que este nuevo contacto estaba planeado desde el consejo de hace un mes en el que se decidió la ofensiva de ministros españoles por diferentes capitales comunitarias.

Sin embargo, todos los indicios apuntan a que esta nueva reunión bilateral se produce como consecuencia del endurecimiento que el Gobierno francés esta manteniendo en las negociaciones hispano comunitarias en aspectos que afectan directamente a los intereses españoles, y paticularmente los que se refieren a agricultura como a pesca.

Cumplir acuerdos

Aunque en algunos sectores de la Administración española se insistía ayer en subrayar que estas reuniones entre España y Francia en ningún caso intentan suplantar las verdaderas negociaciones "que tan sólo se llevan a cabo con el consejo de ministros de la CEE y con la Comisión Europea", lo cierto es que en otros directamente relacionados con la negociación se tiene el convencimiento de que Francia no está cumpliendo con lo acordado en anteriores reuniones bilaterales y que, por el contrario, está "apretando cada vez más" en sus planteamientos. "España," señalaba en Bruselas una fuente española, "ha cedido ya todo lo que puede ceder, y no puede ya ceder más".

Un portavoz autorizado de la Oficina de Información Diplomática del ministerio de Asuntos Exteriores afirmaba ayer que las divergencias en los compromisos contraídos entre ambos gobiernos son "fantasías. Precisamente porque las relaciones entre los dos países van bien es por lo que se celebran estos contactos".

En las negociaciones mantenidas por los ministros comunitarios esta basada semana, Francia ha insistido, con éxito, en mantener sus tesis de dureza respecto a la situación en la que quedará la agricultura española dentro de la CEE, uno de los principales obstáculos que existen para poner fin al ya largo peregrinaje español hacia la CEE.

Los negociadores franceses siguen manteniendo que no habrá excepciones con las frutas y hortalizas españolas, y mucho menos con los cítricos, que España desea que sean considerados productos no sensibles. Y dificultades similares se están manteniendo en vino, en aceite de oliva o en pesca.