Bernard Henry-Lévy y Bertrand Visage ganan los premios Médicis y Fémina
Los premios Médicis y Fémina de novela fueron otorgados ayer en París a Bernard Henry-Lévy, por su obra Le diable en téte, y a Bertrand Visage, por Tous les soleils, respectivamente. La escritora italiana Elsa Morante obtuvo también ayer el Premio Médicis para literatura extranjera por su novela Aracoeli.
Henry-Lévy, de 35 años, es uno de los más destacados representantes de la corriente conocida en Francia como nuevos filósofos. Calificado por él mismo como "hijo natural del fascismo y del estalinismo", caracteriza a las generaciones de posguerra para las que la "negativa a alinearse" ha sido una línea de conducta, y que, tentadas inicialmente por el maoísmo, han rechazado finalmente el sistema marxista como referencia para no utilizarlo sino como contraste.La novela premiada, Le diable en tête, producto de una compleja acción personal, se presenta como la posible confesión de un hijo del siglo. Narra todas las etapas de una vida, ante un día que se ve "más verdadero que la verdad", a través de los diarios íntimos de varios personajes, que trazan de nuevo "los tormentos del siglo"`.
Henry-Lévy es autor de vanos ensayos como La barbarie del rostro humano y El testamento de Dios. Ha sido tentado también por el cine, habiendo rechazado papeles en películas de Godard y Rohmer.
El nuevo premio Fémina de novela, Bertrand Visage, de 32 años, ha sido profesor de Literatura Francesa en el Instituto Oriental de Nápoles antes detacerse becario en 1983 de la Villa Médicis, en Roma. La Italia del sur, que Bertrand Visage conoce bien, está en el corazón de su novela, construido por una serie de pinturas barrocas donde la superstición juega un papel primordial. Él cuenta la historia de un niño cuya vida está marcada por la desapárición de su padre y su pasión por su madre.
Por otra parte, Elsa Morante, de 66 años, frecuentemente considerada como la mayor escritora de la Italia contemporánea, ha sido galardonada también ayer con el Premio Médicis para literatura extranjera por su libro Aracoeli.
"Novelista de instinto"
Elsa Morante ha sido descrita por su traductor francés Jean Noel Schiffano como "una novelista de instinto, que escribe con la piel". Aislada del mundo, disminuida después de una tentativa de suicidio en abril de 1983, tras una operación al cerebro, Elsa Morante no quiere existir verdaderamente más que para sus libros, en los que relata en un estilo a lo Victor Hugo los sortilegios de la vida.Alberto Moravia reconoce en la que fue su compañera "una capacidad extraordinaria de conseguir una atmósfera fantástica, mágica, irracional, que abraza a toda la sociedad con una gran penetración psicológica".
Aracoeli es la historia de la humillación, la soledad y la miseria moral. Una historia que comienza con los acentos de la pasión y que desciende "hasta la fábrica tenebrosa del cuerpo", disecando la decadencia de una madre que engendra un niño complejo que pasará su vida buscando un rechazo de la realidad.
