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Los rumores sobre la muerte de Ustinov, foco de atención en los medios occidentales de Moscú

Pilar Bonet

La salud del ministro de Defensa soviético, Dimitri Ustinov, de 76 años, e incluso los rumores sobre su muerte, se han convertido en el centro de la atención de medios diplomáticos y periodísticos occidentales en Moscú desde que el veterano miembro del Politburó faltara a su cita anual con el Ejército en la plaza Roja el pasado 7 de noviembre, con ocasión del desde conmemorativo del 67 aniversario de la revolución bolchevique.

Ustinov, que no ha participado en ningún acto oficial público desde el 27 de septiembre pasado, se encuentra aparentemente enfermo. El jefe del partido comunista en la región de Moscú, Víctor Grishin, dijo ante corresponsales occidentales que Ustinov padece un resfriado, y en el mismo sentido se manifestaron anteriormente fuentes del Ministerio de Defensa para justificar que el mariscal Ustinov no hubiera recibido en el aeropuerto a su colega indio, que se marchó precipitadamente sin verle debido a la muerte de Indira Gandhi.Fuentes del Este europeo aseguran que el ministro está gravemente enfermo y lo mismo aseguran medios generalmente bien informados. Sin embargo, sea cual sea la enfermedad de quien es ministro de Defensa desde 1976, la alarma por su estado de salud alcanzó su cota máxima el sábado día 10 de noviembre, dos años justos después de la muerte de Leonid Breznev, que ha pasado totalmente inadvertida por los, medios oficiales. Ese día, pues, hubo quien Creyó equivocadamente advertir cambios de programación en la radio y la televisión. Así, los trajes oscuros de algunos locutores -en algunos espacios informativos, donde luego los presentadores aparecieron con trajes de otros colores- fueron alegados como prueba de que un miembro de la dirección soviética habría muerto y, dadas las circunstancias, las miradas convergieron en Ustinov.

Los programas de radio y televisión no han sufrido cambios hasta ayer a última hora de la tarde. Los locutores vestían de colores no luctuosos (en el notciario de las seis -hora de Moscú-, el presentador llevaba traje azul marino y corbata estampada a motas) y el partido de fútbol se transmitió ayer por la tarde como estaba previsto, al igual que el día anterior se había televisado el concierto de la policía programado con motivo de la fiesta oficial de ese cuerpo.

Todos estos datos son, sin embargo, relativos, y veteranos observadores en Moscú advierten en contra de las conclusiones apresuradas de cualquier género, recordando que tanto la muerte de Leonid Breznev como la de Yuri Andropov y de otros miembros de la dirección soviética fueron comunicadas con retraso a la Prensa.

El viaje emprendido ayer por VIadimir Dolgij, miembro suplente del Politburó y secretario del Comité Central, a Vietnam, Laos y Camboya contribuyó un tanto a disipar los temores sobre la salud del resto de los dirigentes soviéticos. El jefe del Gobierno de la URS S, Nikolai Tijonov, acudió al aeropuerto a recibir a su colega húngaro, Giorgi Lazar, ayer por la tarde.

La última aparición pública de Ustinov se produjo con motivo de la condecoración otorgada a Chernenko el día del cumpleaños de éste. Durante los meses de agosto y septiembre, el ministro de Defensa de la URSS llevó a cabo una intensa actividad, al realizar varios viajes a Checoslovaquia, donde asistió a unas maniobras del grupo de tropas soviéticas estacionadas en aquel país. Las fotos que de él se publicaron durante el verano le mostraban con un aspecto completamente normal.

Después del 27 de septiembre, el ministro estuvo ausente de las conversaciones con el presidente sirio, Hafez al Assad, pese a que éste iba acompañado del ministro de Defensa de su país, y faltó también en las conversaciones con los dirigentes de Yemen del Norte y Yemen del Sur que visitaron la URSS, así como en el acto de condecoración de Víctor Grishin, que contó con los miembros de pleno derecho y suplentes del Politburó y los secretarios del comité central.

La agencia Tass, por otra parte, anuncié a última hora de anoche el fallecimiento repentino del viceministro de Finanzas Alexander Kamenskov, de 54 años.

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Sobre la firma

Pilar Bonet
Es periodista y analista. Durante 34 años fue corresponsal de EL PAÍS en la URSS, Rusia y espacio postsoviético.

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