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Agitación en la India tras el asesinato de Indira Gandhi

Moscú sugiere que la CIA instigó el atentado contra la primera ministra india

Pilar Bonet

La participación de Estados Unidos en el asesinato de la primera ministra india, Indira Gandhi era la idea que se iba perfilando ayer con fuerza en los medios de comunicación de la URSS, los cuales evitaban responsabilizar directamente a la Agencia Central de Inteligencia norteamericana (CIA) del atentado, pero establecían todas las premisas, para que tal conclusión fuera lógica e inevitable.

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En diversos comentarios, los medios sovieticos vinculaban, por una parte, a la CIA con las actividades de los grupos separatistas sijs, tal como ya se había hecho en anteriores ocasiones, y, por otra, relacionaban el asesinato de Gandhi con una "conspiración cuidadosamente planeada y elaborada". El diario Pravda, en el marco de una crítica general al terrorismo de estado, comentaba: "Hay que hacer notar que la Embajada estadounidense en Nueva Dellii apoya del modo más activo el movimiento separatista en el Estado de Punjab". Pravda reiteraba la posición Soviética sobre este tema y acusaba a Washington de recurrir al terrorismo en diferentes lugares del mundo para desestabilizar y derocar los gobiernosque no siguen sus directrices.La agencia oficial Tass, a su vez, acusaba a la CIA de haber participado desde los años sesenta en numerosos asesinatos perpetrados contra dirigentes del Tercer Mundo. "El ejército negro de los caballeros norteamericanos de capa y espada recurre a cualquier método, incluso los más sucios, abominables y criminales, entre ellos los asesinatos políticos, en la guerra secreta mantenida en varias regiones del mundo", sentenciaba Tass. Entre las víctimas mencionadas por la agencia se contaban desde el ex presidente del Zaire (ex Congo belga) Patricio Lumumba hasta el primer ministro de Granada Maurice Bishop, pasando por el presidente chileno Salvador Allende.

Tass informaba, amparándose en siglas de medios de comunicación indios, de una mañifestación contra el consulado norteamericá no en Madrás, donde los participantes culpaban a la CIA de la muerte de Gandhi. Pravda publicaba una caricatura enla que un vaquero financiaba -ron una manguera directamente conectada a la Casa Blanca- a varlos agentes de la CIA. Éstos eran representados como figuras con sombrero, gafas negras y cuello del abrigo alzado y cada uno de ellos iba acompañado de un letrero: sabotaje, chantaje, terror, asesinato.

Observadores occideritales en Moscú opinan que el Kremlin va a tratar de capitalizar el asesinato en contra de EE UU. Esta política, señalan, servirá para contrarrestar el juicio contra el búlgare Serguei Antonov, acusado de atentar contra el Papa, y las secuelas del asesinato del sacerdote Jerzy Popielusko en Polonia.

En medios soviéticos se duda de que el nuevo primer ministro, Rajiv Gandhi, pueda reunir en su persona la misma autoridad, prestigio y poder de su madre.

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Sobre la firma

Pilar Bonet
Es periodista y analista. Durante 34 años fue corresponsal de EL PAÍS en la URSS, Rusia y espacio postsoviético.

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