La vitalidad del teatro español sorprende al público portugués

La I Muestra del Teatro Español, que se realizó durante el mes de octubre en Lisboa, ha sido un éxito de público, confirmado por la crítica portuguesa. Esta ambiciosa iniciativa de la Dirección General de Música y Teatro, con el patrocinio de los ministerios de Cultura y al abrigo del convenio hispano-portugués era bastante arriesgada, dada la crisis que aqueja al teatro luso. La vitalidad y diversidad del teatro español, de las compañías nacionales como de los grupos independientes subrayadas por todos los comentarios, constituyeron, aparentemente, una sorpresa para el publico no especializado, más familiarizado por la televisión y los medios, con las modas de Londres o de París.La muestra coincidió, a nivel político, con un momento particularmente difícil de las relaciones entre Lisboa y Madrid, ilustrado por la anulación, al último momento, de la visita del ministro español de Cultura a Lisboa para la inauguración de la muestra. Es cierto que los intercambios culturales tienen el mérito de permitir que el diálogo no se rompa cuando las tensiones políticas alcanzan niveles peligrosos, pero no es menos evidente que en un momento más propicio, la Muestra del Teatro Español hubiese merecido, de las autoridades portuguesas, un tratamiento más favorable en materia de publicidad y cobertura de los medios de comunicación del Estado.

Montserrat Caballé y Nuria Espert eran valores seguros, cuyos triunfos no hicieron más que confirmar el clima de expectación que rodeó su presencia en Lisboa, pero la crítica y los profesionales portugueses acogieron, con igual o aun mayor favor, Luces de bohemia, Els Comediants o José Carreras, que se presentaba en el teatro San Carlos.

La importancia de la muestra, que trajo a Lisboa unas 300personas y cuyo presupuesto contrastaba con la penuria crónica en que se debate el teatro portugués, podía haber provocado reacciones en un país siempre muy susceptible frente a cualquier tipo de imperialismo cultural castellano, pero este problema fue felizmente evitado, en parte por la elección de las fechas, antes de los estreno de la temporada portuguesa.

Presupuestos

La movida que la muestra provocó en el público ha suscitado esperanza entre los grupos y compañías portuguesas, que tomaron buena nota de la exposición de la política cultural del Gobierno de Madrid, para utilizarla en su lucha permanente contra la exigüidad de los presupuestos atribuidos por el de Lisboa a la creación artística en general y al teatro en particular.La única reserva expresada por los profesionales lusos es acerca de la continuidad: existe el temor de que a esta entrada de león no corresponda una acción de más largo plazo con otros intercambios periódicos, coproducciones y un mejor conocimiento mutuo. Después de esta embajada, el público portugués no aceptará una recaída al nivel de años anteriores.