Ocho meses de consultas y negociación
El proyecto de reforma sanitaria del ministro Lluch se presentó en público el mes de junio de 1983, en unas jornadas internacionales convocadas exclusivamente para analizar los puntos más esenciales que debería incluir la nueva configuración sanitaria de un país que pretende estar en esta materia a la altura de los restantes países de Europa. A esta reunión fueron convocadas las fuerzas con representación institucional y social, aunque entonces no se detectó un grado de interés y compromiso en muchas de ellas.La comisión que elaboró inicialmente el texto estuvo formada por el subsecretario de Sanidad, Pedro Sabando; el catedrático de Derecho Administrativo Pedro Muñoz; los consejeros de Sanidad de los Gobiernos de Andalucía, País Vasco y Madrid; dos representantes de la Federación Española de Municipios; tres directores generales del Ministerio de Sanidad; el secretario general técnico, el director del gabinete del ministro y el asesor ejecutivo, Pedro Pablo Mansilla.
Tras una primera requisitoria a los agentes institucionales, sociales y profesionales, el ministerio recogió sugerencias y alternativas al texto que llenaron en su momento cerca de 2.500 folios. No era obligatorio cumplimentar en este caso el trámite de audiencia -discutirlo entre las fuerzas sociales- puesto que se trataba de un proyecto de ley.
Desde hace aproximadamente ocho meses la administración sanitaria inició una serie de discusiones regladas y permanentes con las comunidades autónomas, federaciones de municipios (españoles y catalanes), agentes sociales (CEOE, Sindicatos Médicos Gallegos, UGT, CC OO, Confederación Estatal de Sindicatos Médicos y ELA- STV, que no quiso participar) y agentes profesionales (colegios médicos, farmacéuticos, biólogos, ATS, veterinarios y Federación de Asociaciones para la Defensa de la Sanidad Pública).
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