La futura Constitución nicaragüense establecerá elecciones periódicas y garantizará el ejercicio de las libertades civiles

ENVIADO ESPECIALLa futura Constitución nicaragüense establecerá un sisterra de elecciones periódicas para designar a los gobernantes y garartizará el ejercicio de las libertades de asociación política y sindical, Prensa y movilización. Un acuerdo en este sentido será firinado hoy por los siete partidos inscritos en los comicios del 4 de noviembre, incluido el gobernante Frente Sandinista. En un esfuerzo por lograr la paz, han convocado a un diálogo nacional en el que pedrán participar todas las fuerzas políticas, económicas y sociales, lo que abre las puertas a la Coordinadora Democrática Nicaragüense (CDN), que se ha autoexcluido de las elecciones.

Es éste el primer acuerdo global alcanzado por los partidos políticos con vistas a la Constitución que en los próximos dos años habrá de elaborar la Asamblea. Se trata también del primer compromiso público asumido por el Frente Sandinista para que las elecciones se conviertan en el único mecanismo de recambio político.

El documento incluye cinco capítulos. El primero de ellos se refiere al proceso de democratización y, además de recoger los acuerdos relativos a elecciones y libertades fundamentales, consagra el derecho de cualquier nicaragüense a ingresar en el Ejército y ascender en función de sus méritos militares, sin discriminaciones ideológicas o religiosas. Con este paso se trata de romper la identificación de las fuerzas armadas con el partido en el poder.

El Gobierno se compromete a garantizar, dentro del esquema de economía mixta, las distintas formas de propiedad: estatal, cooperativa y privada. Aunque el artículo no profundiza en la materia, sugiere que la Constitución deberá delimitar los distintos campos, deteniendo así la tendencia estatificadora denunciada por la derecha.

En este marco de democratización se inscribe el acuerdo de convocar elecciones municipales en cuanto se promulgue la nueva carta magna y la garantía de que las organizaciones vecinales se configuren en virtud de la voluntad participativa de los ciudadanos, excluyendo todo carácter partidario. Detrás de este lenguaje está el propósito de que los comités de defensa sandinista, implantados en todos los barrios, reafirmen su función social abandonando cualquier vínculo con el partido gobernante.

En un segundo capítulo se garantiza a todos los partidos participantes en el actual proceso electoral el mantenimiento de su personalidad jurídica al margen de los votos que obtengan y el acceso a los medios de comunicación del Estado durante la etapa constituyente. Desaparece así el mínimo exigido por la ley para la supervivencia de los partidos políticos.

Con vistas a la actual campaña electoral, los siete grupos han hecho un llamamiento general a sus afiliados y simpatizantes para que cesen las hostilidades mutuas. El Gobierno garantiza, por su parte, que no habrá represalias contra trabajadores del Estado por sus actividades electorales.

La campaña se extiende dos días más de lo previsto, hasta las 24 horas del 2 de noviembre, y se amplían los espacios gratuitos de propaganda.

El acuerdo entre los partidos dedica un apartado a la Administración de Justicia. Los diputados electos a la Asamblea asumirán como tarea prioritaria revistar la aplicación del derecho de hábeas corpus y la agilización de los trámites judiciales. Mientras se instala la constituyente proponen al Consejo de Estado que examine la situación de los detenidos en espera de juicio y de los que, teniendo condenas en firme de los tribunales especiales o los tribunales populares antisomocistas, puedan ser beneficiados por un indulto.

Para materializar estos esfuerzos en busca de la paz, los siete partidos han decidido crear un comité especial encargado de realíiar consultas para promover el diálogo nacional y dar seguimiento a estos acuerdos. Todos ellos reafirmaron su condena a la agresión que sufre el país. En virtud de este documento de consenso, el Frente Sandinista tendrá que establecer en la futura Asamblea convenios con los partidos opositores, al menos en los puntos esenciales de la nueva Constitución.