La rentabilidad tecnológica influirá en la aprobación de planes de investigación

La Administración, a la hora de subvencionar proyectos de investigación, no tendrá en cuenta sólo el interés científico de los mismos, sino también su rentabilidad tecnológica para el país, según los nuevos criterios que aplicarán los organismos competentes, y que fueron expuestos por la Secretaria de Estado de Universidades e Investigación, Carmina Virgili, al presentar el pasado miércoles el balance de los planes concertados de investigación. Este año, la Comisión Asesora de Investigación Científica y Técnica (CAICYT) -incluida orgánicamente en Presidencia del Gobierno, y que distribuye los fondos para estos planes- dispuso de 8.093 millones de pesetas, cantidad que se elevará a 8.700 millones de pesetas en 1985.Virgili hizo especial hincapié en que se ha avanzado en la colaboración entre los distintos organismos de la Administración para coordinar todo lo relacionado con la investigación. El Centro para el Desarrollo Tecnológico e Industrial (Cedeti) actúa en la actualidad de asesor de la CAICYT para valorar la posible rentabilidad tecnológica en los proyectos presentados para su aprobación.

La figura del plan concertado, que data de hace 15 años, comprende un contrato entre una empresa y la Administración mediante el cual se financia un proyecto de investigación presentado por la empresa, aprobado por la Administración y desarrollado por la propia empresa bajo un régimen de ayuda financiera y supervisión del Estado. La gestión de los planes concertados corre a cargo de la CAICYT. En 15 años se han aprobado 504 planes, de los cuales 363 ya se encuentran terminados, con una inversión total de 11.000 millones de pesetas. De esta cantidad, el 43% ha sido financiado por la CAICYT.