El Ministerio del Interior condecora a cuatro Guardias civiles que están acusados de realizar torturas

Dos cabos primeros de la Guardia Civil procesados por presuntas torturas y otro cabo primero y un guardia contra los que se han iniciado diligencias judiciales por igual motivo figuran en la relación de los condecorados con la Orden del Mérito del Cuerpo de la Guardia Civil, por el Ministerio del Interior, con motivo de la festividad de la Virgen del Pilar, patrona del instituto armado. Asimismo, también fueron condecorados el teniente coronel del Aire José Antonio Suárez de la Dehesa, que asistió, como ahogado, a los guardias civiles citados, y un comandante, un capitán y un teniente de la Guardia Civil objeto de denuncias por torturas o malos tratos, pero contra los que no se sigue ninguna acción judicial por esa causa.

Según las fuentes judiciales consultadas por este periódico, dos de los condecorados con la Cruz de Plata son los cabos primeros José Domínguez Tuda y Rafael Sánchez Fernández, contra los que se sigue el sumario 9/84, abierto por el Juzgado de Instrucción número 3 de San Sebastián, por presuntas torturas al teniente de alcalde de Villabona (Guipúzcoa), José María Olarra Aguiliano, a sus hermanos Víctor y Lucio y a María Begoña Vergara Aldaz. Estos dos cabos primeros están procesados por la Audiencia de San Sebastián.En este momento hay presentados ante la Audiencia Provincial de San Sebastián dos recursos de la acusación particular y uno de la defensa de los guardias civiles, todos ellos pendientes de resolución. La acusación particular solicita, por una parte, que el procesamiento se amplíe a otros guardias civiles y, por otra, que se suspenda de empleo a los dos procesados, que siguen ejerciendo sus funciones. La defensa pide que se deje sin efecto el auto de 22 de marzo de 1984, por el que se procesó a ambos guardias civiles. En esta resolución se pidió ampliar las diligencias para dilucidar si el teniente de la Guardia Civil Fidel del Hoyo Cepeda -también condecorado con la Orden del Mérito del Cuerpo, con distintivo rojo-, tuvo alguna responsabilidad en los hechos.

Otros dos condecorados -sobre una relación total de 206 guardias civiles galardonados con distintos grados- son el cabo primero José Miguel Alonso Manzano, con la Cruz de Plata, y el guardia segundo Alejandro Iglesias Blanco, con la Cruz con distintivo rojo. Contra Iglesias Blanco, el Juzgado de Instrucción número 1 de San Sebastián abrió las diligencias previas número 215/82, por presuntas torturas a la vecina de Guetaria (Guipúzcoa), Juana Goikoetxea Azcue, una mujer de 55 años que permaneció durante nueve días en las dependencias de la Guardia Civil, en aplicación de la legislación antiterrorista. El mismo juzgado inició diligencias contra Alonso Manzano por presuntas torturas en la persona de Mikel Navascués.

Tras el incidente de la recusación realizada contra el juez instructor, José Luis Barragán, por estos últimos guardias civiles, las correspondientes causas se encuentran pendientes de que la Audiencia de San Sebastián decida sobre su procesamiento. El mencionado tribunal rechazó la recusación pretendida por dichos guardias.

Como "hecho trascendente", el defensor de los guardias civiles señaló la pertenencia del recusado a la Junta de Jueces de San Sebastián, que adoptó "un acuerdo contra las fuerzas y cuerpos de seguridad del Estado" y que fue objeto de un expediente abierto y después sobreseído por el Consejo General del Poder Judicial. El acuerdo hacía referencia, entre otras cosas, a la falta de colaboración de los cuerpos de seguridad del Estado en materia de persecución de los delitos de malos tratos y torturas. Uno de los guardias civiles recusantes, y, ahora premiado, el cabo primero José Miguel Alonso Manzano, presentó contra el juez Bairagán una querella criminal por supuesta prevaricación, que no prosperó.

Otros de los guardias civiles con destino en San Sebastián condecorados por Interior son el comandante Enrique Rodríguez Galindo -con la Cruz con distintivo rojo-, y el capitán Ángel Vaquero Hernández y el teniente Manuel Davo Soler, ambos con la Cruz de Plata. Según fuentes judiciales, estos tres guardias no han sido procesados ni existe contra ellos ninguna acción judicial, si bien han participado en careos, por denuncias de torturas.

Méritos exigidos

Las resoluciones por las que se conceden las condecoraciones citadas, firmadas por el subsecretario del Interior, Rafael Vera, fueron publicadas en el Boletín Oficial del Estado del pasado día 11 de octubre.

Según el vigente reglamento de la Orden del Mérito del Cuerpo de la Guardia Civil, para la concesión de la Cruz de Plata es preciso haber realizado hechos que "supongan una relevante colaboración con la Guardia Civil o revistan por su naturaleza un carácter o mérito tan excepcional que requieran el alto reconocimiento y esta especial distinción"; y para la Cruz con distintivo rojo, servicios "de manifiesta importancia que comprenda un ineluidible riesgo de perder la vida, ejecutar para su cumplimiento acciones claramente demostrativas de extraordinario valor personal, iniciativa y serenidad ante el peligro".