Los Pescadores de Barcelona decidirán el lunes si prosiguen el paro iniciado

Los pescadores de la flota de cerco y de arrastre de Barcelona decidirán el próximo lunes si vuelven a trabajar o si prosiguen el paro, después de que anteanoche no llegasen a acuerdo alguno con los armadores. Los pescadores defendieron la necesidad de respetar una veda, cobrando el seguro de desempleo que la Generalitat está intentando conseguir de la Administración central, como única medida para paliar el déficit de pesca existente en la zona litoral catalana. Por su parte, los armadores se negaron a realizar el cierre patronal por las cuantiosas pérdidas que ello supondría.

Hoy está prevista una nueva reunión para tratar de llegar a un acuerdo entre armadores y pescadores. Fuentes sindicales aseguraron a este diario que prácticamente sólo los armadores que disponen de una única embarcación de menos de 20 toneladas están dispuestos a respaldar el paro como medida de presión (los pescadores que trabajan en barcos de menos de 20 toneladas no cotizan para el seguro de desempleo). Un 20% de la flota pesquera barcelonesa, compuesta por un centenar de barcos, es de embarcaciones grandes y el otro 80%, de pequeñas. El 70% de los armadores tienen barcos pequeños, aunque entre éstos la mayoría tiene dos o tres barcazas.

Sin pesca

Desde el pasado martes la totalidad de la flota de cerco barcelonesa permanece amarrada en el puerto de Barcelona como medida de protesta por la presencia de los pesqueros vascos en el litoral catalán. El jueves se unía a la acción de protesta la totalidad de la flota de arrastre de Barcelona, así como las flotas de Palamós, Sant Feliu de Guíxols, Arenys de Mar y Vilanova i la Geltrú, sumando un total de unos 200 barcos (120 en Barcelona). El amarre barcelonés se realizó de común acuerdo entre armadores y pescadores. La presencia de los vascos, sin el permiso de la Generalitat y sin haberse negociado con las cofradías, como es habitual en estos casos, "ha sido el detonante de una situación que para nosotros es inaguantable", afirmó un portavoz de los pescadores barceloneses al explicar los exiguos beneficios económicos -unas 400 pesetas diarias- que perciben los trabajadores dada la escasez de capturas. La presencia de los pesqueros vascos representa un agravante para la crisis del sector, ya que capturan peces pequeños que utilizan para la pesca del atún. Generalitat y pescadores están de acuerdo en que se realice una veda que permita la repoblación de los peces y para ello reclaman un subsidio de desempleo mientras dure el amarre.

A pesar de que por el momento no se ha podido llegar a un acuerdo con los armadores, los pescadores están dispuestos a realizar medidas de presión para solventar su situación económica -"como mínimo un subsidio de tres meses"- y rehacer la pesca marina. "Desde hace tres años estamos buscando boquerón de anchoa porque siempre había habido, pero ahora no encontramos", afirmó un portavoz de los trabajadores para explicar la necesidad de respetar una temporada de veda.