Deng Xiaoping, el 'hombre fuerte' del régimen, elogia el desarrollo económico y pide la reunificación con Taiwan
La República Popular China celebró ayer su 35º aniversario con un colorista desfile de medio millón de personas por la avenida Changan y la plaza de Tienanmen. Deng Xiaoping, hombre fuerte de China, pasó revista a bordo de un turismo descapotable a los destacamentos de los tres ejércitos.
En calidad de presidente de la Comisión Militar del Comité Central pronunció la única alocución oída en la jornada para elogiar el desarrollo económico del país, poner como ejemplo de solución de conflictos el tratado con el Reino Unido sobre le devolución de Hong Kong y hacer un llamamiento a la reunificación con Taiwan.Durante hora y media, toda una representación de la China de hoy desfiló ante los dirigentes del régimen, entre los que destacaba Deng Xiaoping, que a sus 80 años contemplaba el desfile y la conmemoración como una apoteosis personal, después de que hace cuatro años, tras la caída de la banda de los cuatro, se hiciera con las riendas del poder.
Antes de dar la señal para el comienzo del desfile, Deng se refirió con voz firme y fuerte a las reformas económicas en marcha y manifestó que "nuestra primera tarea actualmente es la de reformar sistemáticamente todo lo que impide el progreso de nuestras estructuras económicas". El hombre fuerte de China volvió a reiterar que su país permance "abierto al mundo exterior".
El reciente acuerdo chino-británico sobre Hong Kong fue considerado por Deng como un ejemplo "de la solución mediante la negociación de los conflictos internacionales". El líder chino concluyó su alocución, que duró media hora, con un llamamiento a la reunificación con Taiwan, pues "nuestra política está profundamente enraizada en el corazón de todos los descendientes del emperador Amarillo", fundador mítico de China.
Reducción de armamentos
Antes, Deng había manifestado que es deseo de China ver "una reducción de los armamentos, en particular de los nucleares, de las superpotencias", pero que "en una situación internacional que se de grada seriamente debemos reforzar nuestra defensa nacional".
Concluido el discurso, dio comienzo el desfile, abierto por una representación de 6.000 hombres de los tres ejércitos que, a paso rápido, precedieron a unos 400 carros de combate, vehículos blindados y de transporte de tropas y otro material bélico hasta ahora nunca visto, entre el que destacaban los misiles balísticos intercontinentales CSS-X-4, con base en tierra, y el CSS-XN-4, transportable en submarinos.
Una vez concluido el desfile estrictamente castrense, comenzó el de masas: una colorista representación de medio millón de personas de todas las parte del país y de todas las etnias, que vestían sus trajes típicos y gritaban consignas como "Viva el sistema de responsabilidad", "El tiempo es oro" o "La eficacia es la vida". Los bustos gigantescos de Mao Zedong, de Chu Enlai, del mariscal Zhu De (fundador del Ejército Rojo) y del ex presidente Liu Shaoqi abrían casi esta parte del desfile, en el que se mostraron carrozas destinadas a evidenciar el progreso chino: la carroza del espacio, con un satélite de cartón que daba vueltas; la carroza que representaba un frigorífico bien provisto de toda clase de alimentos, o una tercera repleta de bienes de consumo tales como lavadoras, televisores, equipos de sonido y termos último modelo.
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