El Gobierno se reserva la comunicación de los Presupuestos con enmiendas parlamentarias, para facilitar el AES

El Consejo de Ministros extraordinario celebrado ayer aprobó definitivamente los proyectos de Presupuestos Generales del Estado y de la Seguridad Social para 1985, que confirman, entre otros datos, una subida salarial del 6,5% para los funcionarios, más 0,25 puntos de aportación al fondo de solidaridad incorporado en las negociaciones de un acuerdo económico y social (AES) que dure el resto de la legislatura. Pese a que el Gobierno incluyó modificaciones en las cifras barajadas durante sus anteriores reuniones ordinarias con el fin de atender a las exigencias de CEOE y UGT y hacer posible así la firma del pacto social, el Ejecutivo decidió dejar abierta la posibilidad de promover posteriormente algunas enmiendas a través de los grupos parlamentarios del Congreso y del Senado, que despejen las últimas resistencias de la patronal. No obstante, una de las mayores trabas del AES, se centra en los tipos de cotización a la Seguridad Social, regulados por decreto y que no requieren dicho trámite.

La reunión extraordinaria del Gobierno duró cerca de seis horas, desde las 10.00 de la mañana a 15.45 de la tarde. Los portavoces del Gobierno declinaron ampliar la información facilitada posteriormente en un escueto comunicado. La reunión del Gabinete se ha producido precisamente el día en el que, constitucionalmente, el proyecto de presupuestos debería haber entrado en el Congreso.A partir de ahora, según confirmó el pasado miércoles el portavoz del Gobierno, Eduardo Sotillos, la redacción definitiva y la impresión de los grandes volúmenes que ocupan los Presupuestos del Estado y la Seguridad Social necesitará para llegar al Parlamento entre una semana y 10 días.

Sin embargo, el cierre de los presupuestos sin despejar definitivamente la duda sobre si se firmará o no el AES, ha inclinado al Gobierno, según fuentes de toda solvencia, a dejar abierta la posibilidad de modificaciones de los textos aprobados a través de enmiendas parlamentarias presentadas en el Congreso y en el Senado. Es decir, si se alcanzase en los próximos días un acuerdo definitivo sobre el pacto social que modificase lo ya aprobado, los grupos parlamentarios podrían incorporar los cambios, basados en la amplia mayoría que los socialistas tienen en las cámaras legislativas. Si no hay acuerdo, los presupuestos seguirían su curso legislativo habitual. De esta forma se abre un nuevo plazo que posibilite un pacto cuyas bondades, según declaró el presidente de Gobierno, Felipe González, la semana pasada en Valencia, son más psicológicas que de fondo.

El encaje

El encaje de los puntos del AES con trascendencia presupuestaria -unos 150.000 millones de pesetas, sin contar la incidencia de la reducción que se pacte finalmente en las cotizaciones a la Seguridad Social- se ha efectuado hasta ahora. mediante el mismo sistema de compensaciones. Ello ha sido propugnado desde el primer momento por la CEOE, que incluso hizo en julio propuestas más ambiciosas para las reducción del gasto público.

El mayor aumento de gasto ha sido para la inversión pública, incrementada en cerca de 100.000 millones de pesetas respecto a los proyectos. de agosto. En aquellos se fijaban 485.200 millones de pesetas, para inversiones reales y 736.400 para transferencias de capital, con respectivos incrementos respecto el año pasado del 7,4% y del 4%. Ahora el conjunto crecerá un 9%, pues a finales de agosto el Gobierno ya ofreció 60.000 millones de pesetas adicionales, a los que ha sumado otros 40.000.

lgualmente, en las remuneraciones de personal, donde se preveía un aumento salarial del 6,5%, lo que representaría para el Estado un aumento del gasto del 1,2%. (hasta 1,36 billones de pesetas), el Gobierno ha acordado añadir 0,25 puntos para la aportación de los funcionarios al fondo de soliduidad o de empleo.

Pese a estas y otras partidas de menor repercusión efectiva, entre ellos los 30.000 millones de pesetas para conciertos con corporaciones y organismos que geneiren nuevos contratos, el Ejecutivo ha reducido la previsión inicial de gastos estatales a 6,1 billones de pesetas, frente a los 6,39 o 6,43 de las primeras propuestas.

Sin embargo, también ha recortado los ingresos estimados al principio en casi otros 1 00.000inillones de pesetas (hasta 4,7 billones). Aunque la presión fiscal estatal habrá de aumentar desde el 15,7% al 16,5% del Producto.Interior Bruto, el Gobierno ha confirmado el propósito de no subir para el próximo año los tipos de ningun impuesto, lo que requerirá luchar contra el fraude y extender las obligaciones de pago a quienes hoy no están sujetos.

El déficit de caja resultante será de 1,44 billones de pesetas, equivalente al 5%, del PIB. Así, la financiación del sector público exigirá aproximadamente un 27% del aumento previsible en la masa monetaria, estimado para el próximo año en unos tres billones de pesetas.