EE UU parece fracasar en el intento de excluir a Nicaragua de la ayuda suplementaria de la CEE a América Central

Estados Unidos parece haber fracasado en su intento de excluir a Nicaragua de la ayuda suplementaria que la Comunidad Económica Europea (CEE) pueda brindar en el futuro a Centroamérica. El borrador de comunicado final no contiene ninguna referencia expresa a ese país y pone énfasis en los mecanismos de cooperación interregional. Aun sin cerrar la puerta a los programas bilaterales, concede prioridad a los proyectos comunitarios que afecten a varias naciones.

El tema de discusión en los pasillos de la Conferencia de San José ha sido la carta que el secretario de Estado norteamericano, George Shultz, dirigió a sus colegas europeos, al parecer a comienzos de septiembre. El mensaje fue remitido por télex, razón por la que no lleva firma. Después de una serie de consideraciones generales sobre la situación política centroamericana, el jefe de la diplomacia de Washington urge a la CEE a que "la asistencia de región a región no conduzca a un incremento del apoyo político y económico a los sandinistas".Ningún ministro de la Comunidad Económica Europea se ha pronunciado hasta ahora sobre la autenticidad de esa carta, aunque fuentes diplomáticas norteamericanas habían confirmado previamente que su Gobierno hizo gestiones en el sentido que apunta su texto.

Shultz dedica elogios a los esfuerzos que realiza el presidente salvadoreño, José Napoleón Duarte, por controlar la violencia política y abrir un proceso de reconciliación nacional. Aunque ve pocas posibilidades de solución política al conflicto de ese país mientras las guerrillas sostengan que pueden tomar el poder por las armas, pide a los Gobiernos europeos que persistan en su ayuda moral, política y económica al Gobierno de Duarte.

Respecto a Nicaragua, Shultz señala que el Gobierno sandinista debe establecer las condiciones necesarias para unas elecciones libres. "Aún es posible que puedan hacerlo", dice, "pero no soy optimista. Desde nuestro punto de vista, las elecciones y un más amplio proceso de democratización están íntimamente relacionados a las perspectivas de paz y reconciliación nacional en Nicaragua". El secretario de Estado norteamericano invita abiertamente a la Europa de los diez a que incentive a los sandinistas para que abran su sistema político y los estimulen a reconsiderar su rumbo actual.

La carta alude a las conversaciones que EE UU y Nicaragua sostienen en Manzanillo (México) y proclama la intención de proseguir los contactos. Shultz afirma que los sandinistas se han mostrado preocupados por la ayuda a la insurgencia y por la presencia militar de EE UU en la región, pero que no han querido discutir sobre la reconciliación nacional o su propio "crecimiento militar desproporcionado". Añade que no ve cómo se puede resolver cada problema por separado y asegura que EE UU ha propuesto avanzar en las cuatro direcciones.

Shultz califica el proceso de Contadora como un paso positivo importante, pero expresa reservas sobre la debilidad de los mecanismos de verificación, en el mismo sentido en el que ya se han expresado los Gobiernos de Costa Rica, Honduras y El Salvador. Después de afirmar que Nicaragua ha rechazado elementos esenciales del acta del Grupo de Contadora relacionados con la democratización y el desarme, asegura que sus cuatro vecinos están, por el contrario, firmemente comprometidos en su cumplimiento, olvidando las objeciones que también ellos han presentado.

La debilidad de los instrumentos de control, sobre todo la dificultad para determinar si un país ha violado los acuerdos en materia electoral, fue discutida el viernes con cierta amplitud por la Conferencia de San José, según reveló el canciller costarricense, Carlos José Gutiérrez.

Cumplir las normas

La CEE entiende, coincidiendo con el Grupo de Contadora, que la paz en América Central pasa por la democracia, pero se enfrenta al escollo de determinar cuándo un régimen cumple o no las normas mínimas. En El Salvador y Guatemala toda la izquierda, incluidos los socialdemócratas, quedó fuera de las elecciones sin que Washington cuestionase su legitimidad.

En Panamá, uno de los cuatro países miembros del Grupo de Contadora, casi nadie discute que Nicolás Ardito Barletta resultó elegido presidente por la vía del fraude, pero la comunidad internacional, incluida una delegación española de alto nivel encabezada por el vicepresidente Alfonso Guerra, se dispone a refrendar su toma de posesión el próximo 11 de octubre.

Ante esta serie de circunstancias antidemocráticas es improbable que la Conferencia de San José decida referirse específicamente a Nicaragua en el comunicado final, aunque éste abundará en la defensa del sistema democrático como factor primordial para superar la violencia.

Al no haber ninguna descalificación política expresa de los sandinistas, tampoco podrá excluírseles de la ayuda económica directa, que por lo demás va a resultar insignificante para las necesidades de la región. Frente a economías devastadas por largos conflictos, la CEE sólo parece dispuesta a elevar de 30 a 45 millones de dólares (de unos 5.000 a 7.600 millones de pesetas) su ayuda anual.