Fuerzas policiales y del Ejército peruano, acusadas de la matanza de 19 campesinos

Efectivos de las fuerzas policiales y del Ejército peruanos fueron acusados por autoridades locales de la región de Ayacucho de ser los presuntos autores del asesinato de 19 campesinos efectuado el pasado 15 de septiembre en la localidad ayacuchana de San Pedro, según confírmó ayer la fiscalía de Ayacucho. En esta misma ciudad de Ayacucho se inicia mañana el juicio en el que se tratará de esclarecer el asesinato de ocho periodistas, ocurrido en dicha región de los Andes en 1983.

Autoridades locales de los poblados de Huanchi, Chivoquero y Rumipata denunciaron ante la fiscalía de Ayacucho y el comando político militar -que controla la zona desde 1982- que los 19 campesinos fueron detenidos, torturados y posteriormente ejecutados por miembros de la policía y el Ejército en San Pedro.Según el texto de la denuncia, unas 21 personas del, grupo de defensa civil de Huanchi se desplazaron a San Pedro el pasado día 15 ante la llamada de socorro de los vecinos de dicha localidad, que poco antes habían sufrido un violento ataque por parte de Sendero Luminoso, organización guerrillera de tendencia maoísta.

Al parecer, varios vecinos de San Pedro identificaron a los campesinos como miembros de Sendero Luminoso y denunciaron su presencia a miembros de las fuerzas policiales y del Ejército que también se habían desplazado a dicha localidad.

A pesar de llevar banderas blancas y documentos que acreditaban su condición de miembres de la defensa civil, los 21 campesinos fueron detenidos por las fuerzas de seguridad, que posteriormente dispararon sobre ellos.

Al parecer, la denuncia se basa en el relato de uno de los miembros del grupo que fue hallado herido, al día siguiente de ocurrir los hechos, por las autoridades de Huanchi, junto a los cadáveres de 19 de sus compañeros. Otro campesino permanece desaparecido.

El superviviente, identificado como Ponciano Llantoy, de 22 años, puede hallarse escondido en las proximidades de Ayacucho ante el temor a eventuales represalias.

Esta acusación se suma a otras hechas públicas en las últimas semanas que señalan a efectivos del Ejército, policía e infantería de marina como los presuntos responsables de matanzas efectuadas en el marco de la lucha antiterrorista, entie las que figura la de 50 personas halladas muertas en fosas comunes en las proximidades de Huanta.

El fiscal superior del departamento de Ayacucho, Juan Cravero Tirado, declaró ayer que ya han comenzado las investigaciones judiciales para el esclarecimiento de los hechos. Por su parte, el comando político militar de la zona de Ayacucho no ha efectuado ninguna declaración sobre los hechos.

Por otra parte, mañana se inicia en Ayacucho el juicio en el que se intentará aclarar el misterio, que ya dura 20 meses que envuelve a los autores del acuchillamiento y apedreamiento hasta la muerte de cuatro reporteros y cuatro fotógrafos en los Andes. La causa se produce simultáneamente a un aumento del interés por los abusos de los derechos humanos cometidos durante la campaña contra los rebeldes del grupo guerrillero Sendero Luminoso.

El crimen sucedió el 26 de enero de 1983, en Uchuraccay, una remota aldea de Ayacucho, cuando los periodistas se encontraban destacados en la zona para investigar informaciones relativas a denuncias de violaciones de los derechos humanos.

Una comisión presidencial dirigida por el escritor Mario Vargas Llosa llegó a la conclusión de que los indios del lugar asesinaron a los informadores tras haberles confundido con guerrilleros que, anteriormente, habían aterrorizado a la aldea. No obstante, las fotos tomadas por una de las víctimas, que fueron recuperadas, llevaron a Vargas Llosa a reconocer que podían haberse equivocado. En ellas se veía a los periodistas charlando animadamente con un grupo de indios, poco antes de la matanza.