Llamamientos en la ONU a las superpotencias para que pongan fin a la amenaza sobre la humanidad

Los presidentes entrante y saliente de la Asamblea General de la ONU, que ayer inició su 392 período de sesiones, hicieron sendos dramáticos llamamientos al diálogo de las superpotencias para poner fin a la tensión mundial y a la amenza que pesa sobre la especie humana. El equilibrio de terror impuesto por las superpotencias no evita la guerra total, sino que impide la paz real, según Paul Lusaka.Lusaka, representante de Zambia, fue elegido presidente de la actual sesión por aclamación. En su discurso inicial, el político africano pidió a las superpotencias que "exploren con urgencia todas las vías para reanudar el diálogo en un espíritu de compresión, responsabilidad y flexibilidad".

En su alocución de: despedida, el presidente saliente, el panameño Jorge Illueca, instó a Estados Unidos y a la URSS y a todos los Gobiernos del mundo a que realicen esfuerzos "claros y convincentes" para dar "marcha atrás al fatídico proceso que arrastra a la humanidad hacia la extinción".

Lusaka también abordó en su intervención la situación económica mundial y la necesidad de solucionar el problema de la deuda exterior de los países del Tercer Mundo con el acuerdo de deudores y acreedores. Lusaka dijo que los países del Tercer Mundo no deben soportar en solitario el peso de una carga que depende en gran medida de circunstancias ajenas a ellos, tales como el incremento de los tipos de interés o los controles de las importaciones.