Marruecos aumenta la intensidad de sus controles sobre los pesqueros españoles
La Marina Real marroquí ha aumentado sus controles sobre los pesqueros españoles que faenan en sus aguas, con perjuicio económico para éstos, que han comenzado ya a tomar precauciones, lanzando sus redes fuera de sus caladeros habituales, según coinciden en señalar fuentes oficiales y patronales del sector.Estas fuentes relacionan la rigidez marroquí con la negativa del pesquero alicantino Santa Teresa de Jesús a zarpar hacia Agadir el pasado 3 de septiembre, tras haber salido de las aguas marroquíes, donde se encontraba ilegalmente, llevando a bordo a un teniente y a un soldado del Ejército marroquí.
Las fuentes señaladas consideran anormal que Marruecos siga reteniendo a 12 barcos, sin que avancen las gestiones que habitualmente se llevan a cabo en estos casos. Especialmente extraño se considera el hecho de que dos congeladores con base en Las Palmas -el Lulú y el Isla Alegranza- estén retenidos desde hace seis días, simplemente por medidas de control, sin que hayan sido capturados faenando ilegalmente.
Cada uno de estos buques pierde estando parado más de 300.000 pesetas diarias, suponiendo un duro golpe económico para sus tripulantes, que faenan, como es costumbre, a la parte. Otros barcos de menor envergadura fueron retenidos, sin que se encontraran pescando, cuando transitaban por aguas marroquíes, en busca de sus caladeros, con las bodegas vacías y las artes recogidas y secas.
Más de un centenar de los casi 850 barcos españoles que están autorizados a faenar en Marruecos han comenzado a hacerlo en lugares más alejados de la costa, retirándose desde la franja de 12 millas hasta las 60 millas.
Existe también temor de que, a partir de ahora, Marruecos aplique la ley con dureza y que, en vez de limitarse a elaborar un acta de transacción cada vez que captura un barco faenando ilegalmente, pase el asunto a la justicia, con lo que el procedimiento judicial, que ahora lleva sólo de tres a cuatro días, se alargaría varias semanas
