Cuadros de El Greco, depositados en el Museo de Santa Cruz, de Toledo, en lamentable estado de conservación

Algunos de los veinte lienzos de Domeniko Theotocopuli el Greco que alberga el Museo de Santa Cruz, de Toledo, se encuentran en lamentable estado de conservación. Golpes, clavos, chorros de pintura sintética, betún, roturas y barnices que desfiguran la inimitable pincelada del artista cretense se pueden apreciar ostensiblemente en casi todos ellos. La directora del Museo de Santa Cruz, Matilde Revuelta, ha declarado a este periódico que encuentra grandes trabas de tipo burocrático en los trámites necesarios para iniciar la restauración de dichos lienzos.

Matilde Revuelta, directora del museo, reconoce el deteriorado estado de los cuadros y se avergüenza, "sobre todo cuando vienen personalidades de la vida pública", a la vez que lamenta las trabas y problemas que existen para su restauración. "Yo tenía que tenerlo cerrado, ahora estamos en obras, pero no lo hago en bien del público".De los cerca de 600 visitantes que diariamente visitan estos días el Museo de Santa Cruz más de uno ha de sentir rubor al contemplar el San Francisco, el San Agustín, El Expolio, La Anunciación o La Inmaculada. El primero está restaurado sobre una tabla o pegado directamente sobre ella; cuenta con varios rotos en el lienzo, uno de ellos de gran volumen. Además está impregnado de betún y su pintura muy reseca, según Raimundo de Pablos, portavoz de la Asociación Cultural Toledana Tolmo.

San Agustín, cedido en depósito por la parroquia de San Nicolás, de Toledo, y que formaba parte del retablo de Santa Bárbara, tiene un chorro de pintura sintética de color azul sobre la mitra del santo. Varios agujeros y clavos que sujetan el lienzo hacen necesaria su pronta restauración. El San Francisco de Asís se puede decir que se encuentra cuarteado al 100%, además de tener un listado desastroso y saltada la pintura.

Estado caótico

Por otra parte, la iluminación de los grecos, que data de los años sesenta, reseca los óleos, al tener los focos frontalmente a una distancia próxima al lienzo. Pero, de todas las obras, quizá sea el Santo Domingo de Guzmán el que hace clamar al cielo cuando se observa detenidamente. Éste, del depósito de la parroquia de San Nicolás, tiene marcadas las aristas del bastidor en la tela, la parte izquierda de la tela ha cedido con el tiempo y está rota. Los golpes y su suciedad obstaculizan la óptima visión del cuadro, situación esta que ha hecho calificar de caótico su estado de conservación por el grupo Tolmo.Por su parte, Matilde Revuelta informó a este periódico que algunos de los cuadros del artista griego, que se formó en la escuela veneciana y desarrolló su obra en Toledo, presentan dificultades a la hora de su restauración. "Primero hay que solicitar el permiso a los propietarios, y después, a la Dirección General de Bellas Artes. Los dueños exigen una tasación para su traslado, cuestión que se dificulta si tenemos en cuenta que sobre algunos de ellos no está clara la autenticidad, pues expertos como Mayer Camon o Whedhey no se han puesto de acuerdo, como ocurre con el Santo Domingo de Guzmán".

La directora del Museo de Santa Cruz, lugar donde en estos momentos se exhibe una muestra de objetos conmemorativos de la época de Alfonso X el Sabio, y que es objeto de constantes críticas por parte de la citada asociación cultural, se lamenta de la lentitud con que se siguen los trámites burocráticos: "Las subvenciones no me llegan; tenía un presupuesto para este año, pero con la exposición no puedo contar con ello hasta el año que viene".

Matilde Revuelta afirma, además, tener la conciencia tranquila. "Tengo toda la documentación de las peticiones y las cartas con la respuesta correspondiente". También la directora se encuentra con los obstáculos que le plantea el Instituto de Restauración de Madrid por la cantidad de trabajo pendiente que tiene. Otro problema que recarga los trabajos de conservación es el escaso personal especializado en la restauración de grecos.

Seguridad

Por su parte, Rafael García Serrano, director general de Bellas Artes de la Consejería de Educación y Cultura del Gobierno autónomo castellano-manchego, organismo al que ha sido transferido dicho museo, ha manifestado a este periódico que el estado de deterioro de los cuadros puede obligar a sus propietarios a llevárselos, pero que "en un museo están más seguros, y aunque los tengan los depositarios no va a mejorar su estado".Por el contrario, la reliquia de este museo, La Asunción, se encuentra en un estado aceptable de restauración y su iluminación es óptima. Los estudiosos cuentan que este lienzo no tiene parangón a las otras tres vírgenes pintadas por Tiziano, Tintoretto o Pablo el Veronés. Quizá Domeniko Theotocopuli quiso emular La Assunta, de Frari, o quizá también elogiar a su maestro de la escuela veneciana. Lo cierto es que La Asunción, encargada por la parroquia de Santo Domingo, de Toledo, sorprendió incluso al propio Felipe II, quien encargó el Martirio de san Mauricio, cuadro que supuso la defenestración del artista en la corte real de El Escorial por no gustar al monarca.