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Entrevista:

El cineasta Néstor Almendros afirma en Santander que un rostro fotogénico ha de tener esqueleto

Néstor Almendros, cineasta cubano de origen español, ganador de un Oscar de Hollywood por su fotografía de Días de gloria ( 1979), se considera, más periodista que director de cine y reserva esta definición para aquéllos que, como Fellini, crean sus propios personajes y un mundo de ficción". Almendros intervino ayer en la Universidad Menéndez Pelayo de Santander en el seminario que bajo la dirección de Luis Revenga analiza las "artes de la luz": cine, vídeo y fotografía. Ayer definió Almendros el secreto de su genial aproximación al paisaje y, sobre todo, al rostro: "Un rostro fotogénico", dijo, ha de tener esqueleto".En una conferencia de prensa posterior a su conferencia, Almendros habló de la película Conducta impropia, que codirigió con Orlando Jiménez Leal y en la que refleja el tratamiento represivo que en Cuba se reserva a los homosexuales. Dijo que el suyo es un filme de opinión, del mismo modo que lo son los varios centenares de filmes que se han hecho antes a favor de Fidel Castro y su sistema". Esta película, que fue presentada en la última Setmana de Cine de Barcelona, incluye documentos de intelectuales cubanos como Guillermo Cabrera Infante o Heberto Pádilla, así como aportaciones del español Juan Goytisolo y la norteamericana Susan Sontag.

Almendros participó en el seminario organizado por la UIMP con un relato de sus experiencias con cretas en el mundo de las artes de la luz. 'Los primeros cineastas se inspiran", dijo, "en los grandes pintores que utilizan la luz, mucho antes de que los efectos luminotécnicos se introduzcan en el cine".

La polémica surgida ante el filme-documento Conducta impropia no le preocupa a Almendros: "Tanto el Gobierno cubano como el Partido Comunista francés han tomado la decisión de no hablar de Conducta impropia". Almendros, que hasta los comienzos de los sesenta se había destacado como intelectual perteneciente a los círculos anti-Batista, abandonó Cuba en 1960 por discrepancias con el rumbo tomado por la revolución.

Su brillante carrera fotográfica la inició en Francia de la mano de los principales directores de ese país, como Eric Rohmer y François Truffaut, desde donde pasó a Hollywood, "donde se quedaron un poco desilusionados cuando les dije que no traía la luz francesa, que esa luz estaba allí". Director de fotografía de éxitos comerciales importantes, como Kramer contra Kramer, El lago azul o Días del cielo, Almendros confiesa que ahora carece de mérito el hecho de que escoja las películas en las que participa, porque "cuando llegué a París también lo hacía".

Almendros no tiene proyectos concretos para los próximos meses, que dedicará a promocionar en España Conducta impropia, a estrenar en diciembre próximo, así como la dirigida por Robert Plentos, Lugares en el corazón. De entre los directores españoles con los que le gustaría trabajar, Almendros citó a Víctor Erice, Carlos Saura y Luis Berlanga. Reconoce haber tenido una "gran suerte" al trabajar con algunas de las actrices más bellas del cinema mundial, lo que le lleva a precisar cuáles son, desde el punto de vista del director de fotografía, las características que debe tener un rostro pata ser fotogénico. "Tiene que tener esqueleto", afirma; "por eso pienso que la gente delgada se fotografía bien, en tanto que los gordos necesitan tener muchas arrugas para compensar".

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