El homenaje a Octavio Paz finalizó el viernes con mucha y buena poesía

Con menos pompa, pero con mucha poesía y de la buena, terminó el viernes en esta ciudad el homenaje a Octavio Paz, organizado por el Instituto Nacional de Bellas Artes, con ocasión de los 70 años de edad del escritor mexicano. La sala del Museo Nacional de Arte, donde los poetas se reunieron para leer sus poemas, estaba repleta. Un buen homenaje del público mexicano a Paz, quien supo entenderlo y leyó varios poemas inéditos.

"Es un homenaje a mis amigos que llegaron de todos los rumbos de la amistad", dijo. Octavio Paz en la sesión de clausura de su homenaje celebrado el pasado viernes en la ciudad de México.En la reunión también fueron leídos un buen número de mensajes que enviaron amigos y colegas de Octavio Paz, felicitando al poeta por el homenaje y sus 70 años. Rafael Alberti le envió un abrazo, Josep Tarradellas, ex presidente de la Generalitat de Cataluña, felicitó al poeta, y el presidente del Gobierno español, Felipe González, destacó también en su mensaje la importancia para la lengua española de la obra del poeta mexicano.

A mediodía del viernes, un grupo de poetas trataron de esclarecer la importancia de la "literatura contemporánea en lengua española". Al final, lo único que hicieron, y como era de esperar, fue hablar de la importancia de la poesía de Octavio Paz y de la calidad indiscutible" de la poesía latinoamericana. El poeta y diplomático colombiano Juan Gustavo Cobo Borda dijo que esta calidad tiene su origen en Rubén Darío, y que se afirmaba con la "santísima trinidad" de la poesía latinoamericana, Vicente Huidobro, César Vallejo y Pablo Neruda.

El colombiano destacó la generación nacida en torno a 1910 y a la cual pertenece el propio Paz. Dijo que fue una generación de "solitarios solidarios" y adscrita fundamentalmente al superrealismo.

Cobo no dedicó muchas palabras positivas para los poetas que emergieron a comienzos de los años sesenta y que crearon la llamada poesía militante. "La poesía militante dejó por desdicha muy pocas obras válidas", dijo el colombiano, "sólo algunos poemas de Juan Gelman y Roque Dalton se salvan". Pero destacó la poesía del cubano Heberto Padilla, quien tuvo, según Juan Gustavo Cobo, la valentía de mostrar que el paraíso socialista cubano no es otra cosa que un infierno.