Desafortunada broma de Reagan
El Periódico.El tremendo desliz del presidente norteamericano, cometido en unas pruebas de sonido de su tradicional mensaje radiofónico de los sábados, difícilmente puede ser despachado con el calificativo de poco afortunada broma o desgraciado lapsus linguae. (...)Quizá a Reagan le traicionó el subconsciente. Y eso sería muy peligroso. Mostraría un subconsciente proclive a una clara obsesión antisoviética y a un belicismo extremo, desaconsejables en cualquier persona, pero asustantes en el caso del máximo mandatario de la primera potencia económica y bélica del planeta. Cuando el autor de la desgraciada frase tiene en sus manos la decisión de apretar el botón que daría paso al holocausto nuclear de toda la humanidad, la cuestión deja de ser baladí. ( ... )
En un tema en el que se implica la supervivencia universal, ciertos rasgos de humor negro están claramente fuera de tono. No puede olvidarse que algunos altos jefes militares norteamericanos han propugnado, en distintas ocasiones, el ataque nuclear preventivo contra la Unión Soviética como fórmula para acabar con el actual equilibrio del terror atómico.
15 de agosto.
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